Ni tomar el sol ni la vitamina D protegen contra la COVID-19
Un ensayo del Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (IMIBIC) y el Hospital Reina Sofía ha detectado la importancia del calcifediol.
La vitamina D, pese a que no es una vitamina, ni su ingesta como suplemento alimenticio, es útil frente al coronavirus. Tampoco lo es la exposición al sol, cuya radiación UVB es esencial para la formación de esta hormona.
Sin embargo, tal y como informa el diario El País en una información del periodista Raúl Limón, un ensayo clínico del Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (IMIBIC) y el Hospital Reina Sofía de la misma ciudad ha detectado un elemento clave en la generación de la sustancia química mal llamada vitamina D que sí ha demostrado ser efectiva.
Concretamente, se trata del calcifediol, una prohormona que actúa de precursor de la generación de vitamina D a unos niveles que no se pueden conseguir ni a través de la alimentación ni del sol. Este elemento se produce en el hígado por una reacción química gracias a una enzima, una molécula orgánica que actúa de catalizador.
Aumento de las concentraciones
Así, la generación de vitamina D requiere una biotransformación previa. El elemento analizado en Córdoba se absorbe casi por completo y aumenta las concentraciones de vitamina D en la sangre. En ese momento, la hormona se presenta en concentraciones suficientes para combatir la hiperinflamación producida por la tormenta de citoquinas que causan el Síndrome de Distrés Respiratorio Agudo (SDRA) asociado al coronavirus.
Actúa como inmunomodulador
Este estudio se ha realizado sobre 76 pacientes y se le han sumado el seguimiento de otros 300 casos y una quincena de hospitales. Luis Manuel Entrenas, neumólogo del Hospital Reina Sofía de Córdoba, explicó en el citado medio que el calcifediol "actúa como inmunomodulador".
Asimismo, "mejora la permeabilidad alvéolo capilar facilitando el intercambio gaseoso y reduce la coagulabilidad de la sangre" y, por lo tanto, los riesgos de trombosis. Estos efectos provocan que se reduzca el síndrome de dificultad respiratoria aguda presente en el agravamiento de los casos de COVID.
De los 76 pacientes incluidos en la investigación, 50 recibieron calcifediol y solo uno requirió su ingreso en la Unidad de Cuidados Intensivos. La mitad de los otros 26 que recibieron placebo pasaron por la UCI.