Ante el avance de la segunda ola de la pandemia en toda Europa, muchos países han tomado medidas para frenar el aumento del coronavirus que tantos miles de nuevos positivos está dejando en España. Las medidas de restricciones ya son todo un hecho en países como Francia, Alemania o Italia, pero saben que nos son suficientes para frenar los contagios. Por ello, ya piensan en nuevas medidas e incluso estudian ideas que se han planteado en los últimos meses, pero que nadie ha tenido el valor de aplicarlas.

Italia ha vuelto a poner sobre la mesa la idea de confinar solo a aquellas personas que pertenezcan a grupos de riesgo ante un contagio de coronavirus. Se trata especialmente de la gente mayor de 70 años. De hecho, este pasado fin de semana varios presidentes regionales italianos lo han pedido al primer ministro Giuseppe Conte.

Aplicar esta medida en España supondría confinar a 6,6 millones de personas. Sin embargo, esta estrategia está pensada dadas las cifras de mortalidad e ingresos en los últimos meses. Según los datos de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (Renave), desde el 10 de mayo, el 84% de las personas fallecidas eran mayores de 70 años. “El porcentaje de hospitalizaciones y defunciones por la COVID-19 aumenta con la edad”, explica el informe. La medida en Italia ha sido rechaza por ahora y es que más de 17 de sus 60 millones de ciudadanos superan los 60 años de edad -a pesar de la petición de Piamonte, Lombardía y Liguria para estar restricción de la movilidad-.

Rechazo de Conte a esta medida

De hecho, fue el presidente de la región de Liguria, Giovanni Toti, quien ha querido expresar su enfado ante esta decisión. Unas palabras que han traído muchas críticas, especialmente por calificar a las personas mayores como “no indispensables” a pesar de que la población de su región en la más anciana de Europa -el 28,5% de sus ciudadanos tienen más de 65 años-.

“Nuestros ancianos son los más afectados por el virus y son los que más necesitan ser protegidos: son personas que no son indispensables para el esfuerzo productivo del país. ¿Por qué no se realiza ninguna acción en esta categoría? Sería una locura cerrar en casa a tantos italianos para los que la COVID suele tener leves consecuencias, bloquear la producción del país, frenar la escuela y el futuro de nuestros jóvenes y no plantearse ninguna intervención sobre los que realmente arriesgan”, explicó el presidente de la región, quien luego se vio obligado a rectificar y señalar que el texto inicial se lo había escrito un colaborador.

Ante esta polémica restricción que afecta a los mayores de 70 años, el primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, prefirió obviarlo en su intervención de este lunes en el parlamento cuando tuvo que explicar las nuevas medidas. “Entre los grupos más vulnerables, el gobierno también considera a los ancianos, son nuestros seres queridos, nuestros padres, nuestros abuelos quienes han permitido que nuestro país experimente el milagro económico”, declaró Conte, quien insistió en que algunas de las primeras vacunas del coronavirus irán destinadas a los ancianos.

Se pone en práctica la estrategia sueca

A pesar de que este medida ha sido rechazada por segunda vez, la ciudad alemana de Tübingen ha introducido el modelo sueco de manera experimental para entender cómo pudieron superar el coronavirus con uno de los registros más bajos de la pandemia. Este modelo intercambia restricciones generales por una protección específica de los grupos de riesgo, entre los que destacan los ancianos. “Es el grupo de mayor mortalidad y por tanto, si los protegemos a ellos, estamos mejorando la lucha contra el virus”, justifica el alcalde, Boris Palmer, quien insiste en que están siguiendo la recomendación de los expertos.

Entre las medidas que ha impuesto esta ciudad destaca la flota de taxis para las personas mayores, evitando que usen el transporte público, además de una franja horaria -entre las 9:30 y las 11.00- para realizar compras en las que solo puedan entra mayores de 65 años. Además, se les proporciona de manera gratuita mascarillas FFP2.