Ante el “espeluznante” aumento de casos de coronavirus, el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, ha anunciado el confinamiento de Zaragoza, Huesca y Teruel a partir de este jueves a las 00:00 horas. Una medida que se ampara en el Decreto Ley aprobado por el Ejecutivo autonómico el pasado lunes. Según este documento, el confinamiento puede ampliarse hasta un mes, aunque Sira Repollés, consejera de Sanidad, ha asegurado en la misma comparecencia que esta situación “se valora semanalmente. Si vemos que en una semana se puede levantar el confinamiento, se hará”.

“Entiendo perfectamente el cansancio y desasosiego de la población aragonesa. La epidemia no desaparece de nuestras vidas y solo puedo decir que el Gobierno se está empleando a fondo para combatir el virus y terminar con él, pero hacer pronósticos es imposible” ha explicado Lambán en rueda de prensa. No obstante, ha apelado a la responsabilidad de los aragoneses, pidiéndoles “que mantengan en estado de alerta permanente su conducta individual respecto a lo que pasa, que observen con rigor lo que mandan las autoridades. Porque por mucho que se trabaje desde el ámbito público, si no hay corresponsabilidad activa, los esfuerzos no servirán de nada. Sin corresponsabilidad ciudadana el esfuerzo sanitario no servirá de nada".

“Se trata de medidas esenciales para proteger el sector sanitario”, ha afirmado, por su parte Repollés. Además, la consejera ha aclarado que estos confinamientos perimetrales suponen que se restringe la entrada y salida de estas ciudades salvo motivos justificados, como obligaciones laborales, asistir a un centro sanitario o centros escolares, así como causas de fuerza mayor. Sí se permite circular en el interior de las ciudades.

Toda la Comunidad pasará a nivel de alerta tres

De momento, Repollés ha descartado confinar la comunidad entera porque son las capitales las que influyen sobre la movilidad de las personas de la comunidad. Tampoco plantea solicitar el estado de alarma o el toque de queda. Sin embargo, toda la Comunidad de Aragón pasará a nivel de alerta tres a partir del próximo lunes, después de que el pasado lunes la Diputación General de Aragón diferenciara tres niveles y situara a Aragón en fase dos, que suponía la restricción de aforos al 50%, el cierre de la hostelería a las 23.00 y la limitación de las agrupaciones personas a un máximo de seis con el objetivo de frenar la expansión de la pandemia. 

Este nivel de alerta tres supondrá, entre otras medidas, una reducción de los aforos en interior al 25%, excepto en venta de alimentos; el cierre de la hostelería a las 22:00; la prohibición de consumir en el interior de los locales, ya que solo se podrá en las terrazas, y al 50% de su aforo; la reducción de asistencia a entierros y velatorios (15 personas en espacios abiertos y 10 en espacios cerrados); y la limitación de las reuniones sociales a un máximo de seis personas. Asimismo, quedan se suspenden los eventos deportivos no profesionales, se cierran los centros de ocio juvenil y los congresos deberán hacerse de forma no presencial.

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Una situación “francamente preocupante”

Así es como ha definido Lambán el momento por el que está pasando Aragón, la comunidad que más afectada se vio durante mucho tiempo por los brotes surgidos en verano. El crecimiento de nuevos casos en la comunidad supera el 45% en la última semana. Según los datos publicados el martes en el portal de Transparencia del Gobierno de Aragón, la región ha notificado 910 nuevos contagios en las últimas 24 horas, la cifra más alta registrada en la Comunidad durante una jornada desde el inicio de la pandemia.

Por otra parte, de los ocho sectores sanitarios de Aragón, solo Calatayud y Alcañiz registran una incidencia acumulada inferior a 500 casos por cada 100.000 habitantes, mientras que la de la comunidad es de 586 contagios por 100.000 habitantes. Y de las tres zonas confinadas es especialmente alarmantes la incidencia acumulada que presenta Teruel, con 1.418 casos por 100.000 habitantes. Le siguen Huesca (1.003) y Zaragoza (543).

Respecto a las hospitalizaciones, más del 40% de las camas UCI están ocupadas por enfermos COVID-19 y el porcentaje de positividad está entre el 17% y el 20%.