Bélgica decreta el toque de queda y cierra la hostelería
Ante el significativo aumento de contagios de coronavirus, el gobierno Belga también ha reducido las reuniones sociales y ha impuesto el teletrabajo.
Bélgica tiene la segunda tasa de infección per cápita más alta de Europa después de República Checa. Registra una incidencia acumulada de 550 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días, con una media de 5.976 contagios diarios en la última semana, lo que supone un aumento del 96%, y de 193 ingresos hospitalarios, un crecimiento del 101%. Además, el país marcó un récord el pasado lunes al registrar 8. 682 infecciones. “Este virus está afectando a nuestro país de una manera muy dura”, dijo el primer ministro belga, Alexander De Croo, en una rueda de prensa después de una reunión de cinco horas, señalando que las cifras actuales “son peores que en marzo y abril”.
Ante este significativo empeoramiento de la situación epidemiológica, el Gobierno ha aprobado en un comité de concentración con los responsables políticos federales y regionales endurecer las medidas para contener lo máximo posible la segunda oleada de la pandemia que recorre Europa: “Las próximas semanas serán muy difíciles, pero debemos tomar esas medidas para evitar lo peor”. Entre ellas, destaca el toque de queda impuesto desde la medianoche hasta las 5:00 durante un mes. Algunas ciudades ya sufrían esta restricción, pero el aumento de casos ha provocado que se extienda a todo el país a partir del próximo lunes.
“No queremos que la gente organice fiestas en sus casas. Sabemos que la tentación es fuerte y la mejor forma de evitarlo es decirles que no pueden ir de un lugar a otro entre medianoche y 5 de la mañana”, justificó el ministro de sanidad, Frank Vanderbroucke. “Estamos en una situación extremadamente grave y queremos evitar que los hospitales no puedan atender a los enfermos”, añadió, alegando que es necesario implantar estas medidas para mantener las empresas en marcha y las escuelas abiertas, evitando así situaciones como las de República Checa, donde se han tenido que cerrar los colegios.
Por su parte, bares, restaurantes y cafeterías, que hasta ahora debían cerrar a las 23:00 horas, se verán obligados a cerrar definitivamente durante el mismo periodo que dure el toque de queda, aunque esta situación se evaluará dentro de dos semanas y se preparará un plan de compensaciones para el sector. No obstante, los restaurantes sí podrán servir comidas, aunque solo para llevar y hasta las 22:00, mientras que los mercados podrán seguir funcionando garantizando las medidas de seguridad. Se prohíbe la venta de alcohol a partir de las 20:00.
Mínimo contacto social
Hasta ahora, estaban permitidas las reuniones de tres personas. Sin embargo, la decisión del Gobierno incluye reducir los contactos estrechos fuera del domicilio a una única persona. No obstante, en casa sí se podrá recibir hasta un máximo de cuatro invitados, aunque tendrán que ser las mismas cuatro personas durante todo el mes y tendrán que mantenerse las pertinentes precauciones de distancia social o con mascarilla.
Con el objetivo de reducir al máximo el contacto social en todos los ámbitos, el teletrabajo pasará a ser obligatorio en todos los sectores en los que sea posible. En los casos que no lo sea, las empresas deberán hacer lo necesario para que sus empleados trabajen “con la máxima seguridad posible”.
“Sabemos que estas medidas son duras y que habrá quien piense que no son justas, pero este virus no es justo. No nos afecta a todos, pero afecta de manera desproporcionada a los más vulnerables”, manifestó Alexander De Croo, quien pidió a los ciudadanos que hagan este duro esfuerzo durante las próximas semanas para ayudar a controlar la pandemia.
Alerta roja en Europa
Bélgica no es el único país europeo que se ha visto obligado a endurecer las restricciones. Hace unos días fue Francia quien impuso el toque de queda y el estado de emergencia en varias de sus principales ciudades: París, Aix-Marsella, Lille, Grenoble, Lyon, Toulouse, Montpellier, Saint-Etienne y Rouen. También Portugal decretó el estado de calamidad en todo el territorio, mientras que Alemania reforzó sus fronteras, imponiendo cuarentena obligatoria a los viajeros procedentes de "zonas de riesgo", entre otras medidas.
Y es que, según el primer semáforo COVID de Europa, publicado este jueves por el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC), casi todo el continente se encuentra en rojo, es decir, en el peor caso posible. Aparecen en este color los países cuya incidencia acumulada durante los últimos 14 días es superior a los 50 casos por cada 100.000 habitantes y la positividad de las pruebas supera el 4%, o si la incidencia acumulada supera los 150 casos.