La vida de un niño de apenas nueve meses acabó de la manera más tonta posible. En un descuido. El bebé estaba jugando en su casa con su andador, sin ninguna vigilancia en ese momento, cuando llegó hasta un cubo de agua y se metió dentro. En ese momento nadie podría hacer nada por salvarlo.

Sucedió en Nueva Apolonia, dentro del estado mexicano de Tamaulipas, el pasado martes 6 de octubre. El menor, sin apenas consciencia de las cosas, cometió el imprudente e inocente acto de abalanzarse hacia un barreño de más de 20 litros. Intentó salir sin éxito, pero terminó muriendo ahogado, según informan los medios locales.

La Policía fue rápidamente a la casa para investigar el accidente, con el cuerpo del bebé ya fallecido junto a los familiares. Después, fue trasladado al Instituto de Ciencias Forenses de México para que se le hiciera una autopsia y finalmente las pruebas realizadas confirmaron lo sucedido, que había perdido la vida tras ahogarse.

La familia no pudo hacer nada por evitarlo

El chico estaba solo en esos momentos, una de las causas por las que la ayuda llegó tarde. Fue su tío quien acudió primero en su auxilio unos minutos más tarde del accidente. Se encontró ya al bebé sumergido en el agua y sin vida.

El tío lo sacó como pudo del cubo para reanimarlo, sin resultar exitosa la maniobra. Y alertada por los gritos de este, la madre del pequeño, que también estaba en la casa, salió rápidamente y entró en estado de shock al ver la escena.

De hecho, la mujer tuvo que ser atendida más tarde por los servicios médicos que habían ido a intentar reanimar al fallecido.