Los expertos sanitarios españoles observan “perplejos” el avance de los acontecimientos en la Comunidad de Madrid. Los datos notificados por la región aventuran un panorama complicado, ya que la incidencia acumulada es “la más alta de Europa”, mueren 50 personas de media cada día y se está dejando de atender a personas con otras patologías importantes.

La inestabilidad sanitaria en la Comunidad de Madrid no es, en cambio, su único problema. En los últimos días la sociedad está siendo testigo de un continuo tira y afloja por parte del Gobierno central y del propio Ejecutivo madrileño para ver quién tiene la competencia para tomar medidas.

En el Comité Interterritorial de Salud celebrado el miércoles se aprobó un acuerdo que establecía los límites comunes en todo el territorio español, a partir de los cuales se habrían de tomar medidas en las ciudades afectadas. Este acuerdo, que fue suscrito por ambos Gobiernos el martes, será hoy llevado a la Audiencia Nacional por la Comunidad de Madrid.

La tasa más alta de Europa

Madrid se ha convertido en el epicentro de la segunda ola de la pandemia al tener una incidencia acumulada en los últimos 14 días mayor a 750 casos por cada 100.000 habitantes. El Plan de Respuesta Temprana recogía la necesidad de aplicar medidas cuando este parámetro indicase 60 contagios, pero esa cifra está completamente rebasada.

“Como no hay tratamiento para el coronavirus, la solución es aislar a los contagiados. Para ello, es necesario un sistema de detección, diagnóstico y rastreo. Si se consigue hacer, se frenará el avance de la enfermedad. Si no se consigue, como es el caso, el virus sigue su avance”, afirma Joan Ramón Villalbí, miembro de la Junta de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS). Actualmente, Madrid está tardando cerca de una semana de media en dar los resultados de las pruebas PCR y no realiza pruebas a los contactos estrechos asintomáticos.

“Además, desde el Ejecutivo regional están siendo reticentes a la toma de decisiones que ya se han probado como válidas desde la OMS, añade el epidemiólogo. En otras comunidades ya se tomaron medidas de cierre con datos de incidencia mucho menores en los meses estivales y consiguieron ir frenando el número de casos. Sin embargo, “la situación de Madrid se parece cada vez más a la de algunos países donde se han negado a actuar hasta que la situación se ha vuelto gravísima”, finaliza.

¿Es real la bajada de cifras de ingresados?

Según afirma Javier Padilla, médico de familia especializado en Salud Pública y coautor del libro Epidemiocracia, “puede que haya disminuido la velocidad del crecimiento, pero eso no significa que haya mejorado la situación”. Para el médico, el hecho de que se hayan comenzado a utilizar los gimnasios de los hospitales, puede haber influido a la hora de discernir entre mandar un paciente a casa o ingresarlo en un gimnasio.

La cifra de fallecimientos en la Comunidad de Madrid ronda los 50 decesos diarios. “Si ahora mueren 50 personas al día significa que van a seguir muriendo en las próximas tres semanas”, añade Padilla. La situación podría, según el médico, haberse paliado si se hubieran aplicado estas medidas con anterioridad. “Diga lo que diga el consejero de Sanidad, la transmisión está descontrolada y se están negando a tomar medidas eficientes para frenarla”, ha concluido.

Sigue habiendo otras enfermedades

Otro de los asuntos que preocupa a los especialistas es que la ocupación hospitalaria está frenando el sistema sanitario en tanto a otras enfermedades que precisan de seguimiento médico. “Los centros están dejando de hacer actividad que no sea relacionada con el coronavirus, pero la gente no muere solo por esta enfermedad”, avisa Villalbí.

Con los datos del día de ayer, Madrid tenía un 42,12% de camas de UCI ocupadas. Esto significa que hay operaciones que no se están realizando debido a esta ocupación. Además, un 23,66% de las camas hospitalarias están dedicadas a esta enfermedad. Con estos datos, para el catedrático de Salud Pública y portavoz de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS), “es un eufemismo insinuar que la situación está controlada”.

Confinamientos tardíos

Las medidas que se van a aplicar en Madrid, a expensas de lo que dicte la Audiencia Nacional, se aplicaron en otras comunidades con incidencias cercanas a los 150 casos. Por lo tanto, “llegan con semanas o meses de retraso”, según el epidemiólogo Pedro Gullón.

Las consecuencias de los confinamientos se comenzarán a ver pasados 14 días, pero Gullón avisa que “las medidas, que durarán bastante tiempo, puede que sean insuficientes, ya que la transmisión comunitaria es muy grande”, ha terminado el epidemiólogo.