CORONAVIRUS

Alexa, ¿tengo COVID-19?

Varias empresas analizan las voces de individuos con y sin coronavirus para ayudar a detectar la enfermedad sin necesidad de acudir a la consulta.

Alexa, ¿tengo COVID-19?

Las nuevas tecnologías no han querido dejar pasar una nueva oportunidad de negocio en la enfermedad del coronavirus y se han puesto manos a la obra para desarrollar una herramienta que permita diagnosticar una enfermedad solamente con escuchar la voz de un individuo.

Esto es lo que comenzó a hacer una empresa israelí de nueva creación, llamada Vocalis Health, que, junto al Ministerio de Defensa de su país, decidió comenzar a pedir que las personas donaran sus voces para diagnosticar infecciones por coronavirus, demencia, depresión y muchas más patologías.

Vocalis ya había creado previamente una aplicación para teléfonos inteligentes que podía detectar brotes de enfermedad pulmonar obstructiva crónica al escuchar señales de que los usuarios tenían dificultad para respirar al hablar. Por ello, la compañía quiso hacer lo mismo con la COVID-19.

Una aplicación para registrar las voces de los positivos en COVID-19

Los individuos que habían dado positivo por coronavirus podían participar simplemente descargando la aplicación de investigación de Vocalis. Para que sus voces quedaran registradas de manera efectiva, tenían que activar la aplicación una vez al día y hablar al teléfono describiendo una imagen en voz alta o contando de 50 a 70.

Después, la empresa israelí, que también tiene sede en Estados Unidos, comenzó a procesar estas grabaciones con su sistema de aprendizaje automático, junto con las voces de las personas que habían dado negativo en las prueba de detección del coronavirus, en un intento de identificar una huella de voz para la enfermedad.

A mediados del verano, la empresa ya tenía más de 1.500 voces y una versión piloto de una herramienta de detección digital COVID-19 que la compañía está probando actualmente en todo el mundo. Esta herramienta no está destinada a proporcionar un diagnóstico definitivo, sino a ayudar a los médicos a clasificar los casos potenciales, identificando a las personas que podrían necesitar más pruebas, cuarentena o una atención médica en persona.

Otras tres empresas investigan las voces

Pero la empresa Vocalis no es la única en investigar las voces para identificar a los enfermos con COVID, sino que otras tres sociedades están trabajando en proyectos similares en los que se analizan la tos de los enfermos y, en otros casos, la detección de las voces cuando se usa la mascarilla.

Estos sistemas podrían algún día permitir a los epidemiólogos usar teléfonos inteligentes para rastrear la propagación de enfermedades y convertir los dispositivos inteligentes en médicos domésticos: “En el futuro, su robot, su Siri, su Alexa simplemente dirá: 'Oh, tienes un resfriado'”, dice Björn Schuller, especialista en reconocimiento de voz y emociones, que dirige uno de los estudios COVID-19.

Pero, de momento, el análisis vocal automatizado es un campo muy nuevo y muestra una serie de peligros, ya que podría dar diagnósticos erróneos e invadir la privacidad personal y médica del paciente: “Estamos en la primera hora de esto”, dice Schuller.

Cambios vocales en las enfermedades

Cuando sufrimos determinadas enfermedades, la voz experimenta cambios, pero los científicos todavía necesitan realizar ensayos longitudinales grandes y a largo plazo para poder demostrar que los análisis de voz verdaderamente pueden detectar enfermedades antes que los métodos de diagnóstico estándar.