CORONAVIRUS

Los genes neandertales pueden aumentar el riesgo de padecer COVID grave

Un grupo de genes del cromosoma 3 se ha relacionado con un mayor riesgo de hospitalización e insuficiencia respiratoria al contagiarse de coronavirus.

Los genes neandertales pueden aumentar el riesgo de padecer COVID grave
Universidad de Oviedo

Un estudio llevado a cabo por científicos del Instituto Planck (Alemania) y el Instituto Karolinska (Estocolmo), ha revelado que una variante genética, heredada de los neandertales, se asocia con el riesgo de padecer la enfermedad de la COVID-19 en un estado más grave.

El informe, publicado en la revista Nature, explica esta gran investigación en la que se ha demostrado que un grupo de genes del cromosoma 3 se ha relacionado con un mayor riesgo de hospitalización e insuficiencia respiratoria al contagiarse de coronavirus.

Para determinar esto, los científicos analizaron antiguos genomas de neandertales y denisovanos. A través de ellos, han afirmado que una hebra de ADN, que triplica el riesgo de desarrollar COVID-19 grave, se transmitió de los neandertales a los humanos modernos.

El ADN de un neandertal de hace 60.000 años

En concreto, el tramo de ADN que hace que los pacientes sean más propensos a enfermarse gravemente del SARS-CoV-2 coinciden con el obtenido de un neandertal de unos 50.000 años en Croacia.

"Casi me caigo de la silla porque el segmento de ADN era exactamente el mismo que en el genoma neandertal", dijo a The Guardian Hugo Zeberg, profesor asistente del Instituto Karolinska en Estocolmo, al mismo tiempo que afirmaba que “esta variante genética fue heredada por los humanos modernos de los neandertales cuando se cruzaron hace unos 60.000 años”.

"Hoy en día, las personas que heredaron esta variante genética son tres veces más propensas a necesitar ventilación artificial si están infectados por el nuevo coronavirus Sars-CoV-2", agregó el experto.

Estos genes algún día fueron beneficiosos

Zeberg y Svante Pääbo, director del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Leipzig, han llegado a la conclusión de que los genes neandertales han permanecido en los humanos modernos porque alguna vez fueron beneficiosos, quizás ayudando a combatir otras infecciones. Pero ha sido ahora, cuando se enfrentan a una nueva infección, cuando ha quedado expuesta su desventaja.

Uno de los genes juega un papel muy importante en la respuesta inmune y el otro se ha relacionado con la forma que utiliza el virus para invadir las células humanas pero, de momento, los científicos no saben cómo pueden empeorar la infección: "Estamos tratando de identificar qué gen es el jugador clave, o si hay varios jugadores clave, pero la respuesta honesta es que no sabemos cuáles son críticos en COVID-19", dijo Zeberg.

Diferencias según la región del mundo

Según el estudio, el grupo de genes en el cromosoma tres se encuentra con mayor frecuencia en Bangladesh, donde el 63% de la población tiene al menos una copia de la secuencia de ADN: “Los genes de esta región pueden haber protegido a los neandertales contra algunas otras enfermedades infecciosas que no existen en la actualidad. Y ahora, cuando nos enfrentamos al nuevo coronavirus, estos genes neandertales tienen estas trágicas consecuencias", dijo Pääbo.

Los autores también han señalado que los individuos de ascendencia bangladeshí en el Reino Unido tienen aproximadamente dos veces más riesgo de morir a causa de COVID-19 que la población general. En Europa, una de cada seis personas es portadora de la variante de riesgo, y casi la mitad en Asia del sur, mientras que en África y Asia oriental es casi inexistente.

Aún así, también hay otras regiones que no han heredado este ADN y sigue teniendo una muy alta incidencia de coronavirus: “Este artículo vincula los genes heredados de los neandertales con un mayor riesgo de hospitalización por COVID-19 y complicaciones graves. Pero a medida que el virus se propaga por todo el mundo, está claro que muchas poblaciones diferentes se ven gravemente afectadas, muchas de las cuales no tienen genes neandertales”, ha explicado Mark Maslin, profesor de la UCL y autor del libro The Cradle of Humanity.