Tras trece años de complicadas investigaciones policiales, poco a poco se va esclareciendo lo sucedido en la desaparición en el sur de Portugal de la niña británica Madeleine McCann. Así, el trabajo de las fuerzas de seguridad alemanas ha arrojado nuevas pistas que siguen incriminando al principal sospechoso del caso, Christian Brueckner.

Los últimos informes de la policía señalan que este ciudadano alemán pudo contar con la ayuda de un cómplice en la desaparición y el asesinato de la pequeña, que contaba con 3 años de edad cuando se produjeron los hechos. Se trataría de otro vagabundo que residía en las inmediaciones de un embalse, denominado Barragem de Bravura, situado a 25 kilómetros de Praia da Luz, lugar donde la Policía podría centrar sus investigaciones.

Según ha revelado la televisión portuguesa, los agentes de policía alemanes interrogaron a esta persona poco después de la desaparición de Madeleine McCann. Acorde a estas informaciones, en aquel momento se inspeccionó brevemente la zona y no se procedió a enviar a un equipo de buzos para que a investigase en profundidad las aguas del embalse.

Nota anónima

Posteriormente, en concreto alrededor de un año después, la policía portuguesa recibió un escrito anónimo en el que se aseguraba que el cuerpo de la pequeña se encontraba en dicho lago. La nota, que estaba escrita en portugués, no fue tenida en cuenta entonces por los agentes encargados de la investigación.

Christian Brueckner se encuentra actualmente en la cárcel cumpliendo condena por un delito de posesión y tráfico de drogas. Además, tiene pendiente una condena de siete años por la violación de una mujer de 73 años en Praia da Luz en el año 2005. En relación con el caso Madeleine, sus abogados han viajado a Portugal con la intención de reunir testimonios que exculpen a su defendido, quien cuenta con un largo historial delictivo.