Hallan la manera de viajar mediante un agujero de gusano y no fallecer
Los investigadores creen que “incluir una dimensión adicional” evitaría que se colapsara y se cerrara con la persona dentro.
No es ciencia ficción ni la próxima película de Christopher Nolan. Es la teoría que defiende un equipo de físicos del Instituto de Estudios Avanzados de New Jersey y de la Universidad de Princeton. Según ellos, es posible atravesar un agujero de gusano sin perder la vida en el intento. No obstante, hay que recordar que los agujeros de gusano, una especie de túneles entre agujeros negros que permiten ir de una región del Universo a otra, no han sido descubiertos aún pese a la Teoría de la Relatividad General de Einstein.
Muchos estudios realizados con anterioridad decían que era muy complicado realizar estos viajes, y el propio Einstein afirmaba que eran demasiado pequeños y se cerrarían si algún elemento o componente estuviera dentro. Sin embargo, el trabajo publicado en el servidor de prepublicaciones arXiv supone todo un avance.
Juan Maldacena y Alexey Milekhin, los descubridores de esta nueva teoría, sostienen que bastaría con “incluir una dimensión adicional”, que aportaría un gran número de campos cuánticos. Su fluctuación produciría una energía negativa suficiente como para evitar que el agujero de gusano se colapsase y se cerrase.
No obstante, hay que tener calma con este tipo de afirmaciones. De hecho, el propio Maldacena asegura que, aunque teóricamente posibles, no existe evidencia alguna de que los campos cuánticos necesarios para esa nueva dimensión existan.
Difícil de “fabricar” y de encontrar
Que haya una dimensión adicional de manera natural, como la descrita por esos científicos, es muy complicada. La segunda opción es que exista una civilización muy avanzada que sea capaz de crear el proceso de manera artificial. Difícilmente será la nuestra.
En 2017, según explicaron los científicos Daniel Jefferis, Ping Gao y Aron Wall, el primer paso sería encontrar dos agujeros negros perfectamente entrelazados. Después, habría que arrojar dentro de ellos a una persona, medir la radiación Hawking emitida, llevarla hasta el segundo agujero, manipularlo, y conseguir que la persona volviera a salir. Es decir, más tiempo que el propio viaje a través del espacio.
Encima, para esa persona, el tiempo pasaría muy rápido mientras fuera pasarían milenios o siglos, de forma que sus familiares ya habrían fallecido. Por lo que este viaje apasionante y sorprendente que proponen Maldacena y Milekhin, que añaden que el agujero debería estar limpio para no golpearnos con nada ni ocasionarnos problemas, no es muy práctico en las condiciones que se describen.