Rusia distribuye el primer lote de la vacuna
El Ministerio de Sanidad ha enviado el primer lote de la vacuna para probar las cadenas logísticas del suministro de la vacuna en las diferentes regiones.
La pandemia del coronavirus avanza y cada vez está más cerca la aprobación de las vacunas que en estos momentos se encuentran en las fases finales de sus ensayos, entre ellas la rusa Sputnik V que prevé contar con los primeros resultados de la última prueba para el mes de octubre.
Como avanzó hace días el ministro de Sanidad, Mikhail Murashko, el antídoto será entregado a las clínicas a partir de la próxima semana después de haber obtenido una respuesta inmune del 100% de los participantes en las dos primeras fases de la vacuna y sin registrar ningún efecto secundario.
Pero hoy, el Ministerio de Salud, ha anunciado que el primer lote ya ha sido enviado a las distintas regiones del país como entrega piloto “para probar las cadenas logísticas del suministro del fármaco a las regiones de Rusia, su distribución y la organización de la vacunación contra el COVID-19 para los ciudadanos del grupo de riesgo elevado”.
Tal y como ha comunicado el ministro, este envío se ha llevado a cabo para “verificar el sistema de entrega y que el personal lo conozca”.
Unos 40.000 voluntarios para la tercera fase
Los ensayos de la prueba final ya han comenzado y se realizarán en unas 30.000 personas como proceso voluntario de vacunación que durará seis meses. Otros 10.000 individuos recibirán un placebo en este periodo.
El subdirector del departamento científico del centro Gamaleya, Denís Logunov, informó de que en los primeros resultados de los ensayos clínicos la vacuna mostró "un perfil de seguridad muy bueno” y asegura que "no se detectaron efectos secundarios graves y el 100% de los voluntarios desarrollaron anticuerpos neutralizantes del virus”.
Una vez obtenidos los primeros datos de la tercera fase, Rusia espera poder empezar a vacunar a la población a finales del noviembre o diciembre.
Sputnik V
El antídoto ruso contra la COVID-19 fue el primero registrado en el mundo el pasado 11 de agosto, coincidiendo con el aniversario del lanzamiento al espacio del primer satélite artificial (Sputnik) en 1957 por los soviéticos, lo que llevó a ponerle ese nombre a la vacuna, para dejar constancia de que Rusia se adelanta en el plano científico, nuevamente, frente a otros países.