Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

NASA

La NASA busca mineros extraterrestres para agujerear la luna

Con este proyecto se busca sentar las bases para la "presencia sostenida a largo plazo en la superficie lunar antes de embarcarse en un viaje a Marte".

(FILES) In this December 10, 1972, image obtained from NASA, astronaut Harrison Schmitt collects lunar rock samples at the Taurus-Littrow landing site on the moon during the Apollo 17 mission. - NASA on September 10, 2020 announced it was in the market for Moon rocks, and wants to pay companies to scoop out the dirt, take a photo, and then have it ready for collection by a future mission. The contract doesn't actually involve getting to the Moon itself -- a feat only achieved by the national space agencies of three countries -- but instead envisages companies designing a robot that NASA or major private sector players can then launch. (Photo by Handout / NASA / AFP) / RESTRICTED TO EDITORIAL USE - MANDATORY CREDIT "AFP PHOTO / NASA" - NO MARKETING NO ADVERTISING CAMPAIGNS - DISTRIBUTED AS A SERVICE TO CLIENTS
HANDOUTAFP

La pandemia del coronavirus no ha mermado los esfuerzos de la NASA por seguir descubriendo cosas que todavía desconocemos en la superficie lunar. Los proyectos siguen en marcha y en los últimos días ha lanzado una convocatoria, dirigida a empresas privadas, para la recolección de rocas en la Luna. Así, la NASA se lanza a la compra de piedras y regolito (un fino polvo gris presente en la suelo del satélite).

Con este proyecto, enmarcado dentro del Programa Artemisa, se abren las puertas a la minería extraterrestre con fines comerciales. El administrador de la NASA, Jim Bridenstine, ha señalado que "es hora de establecer la certeza regulatoria para extraer y intercambiar recursos espaciales". Un proyecto que espera llevar, además, a la primera mujer a la Luna.

Con esta iniciativa, se pretende recoger una pequeña muestra del material lunar en los próximos cuatro años. Tras ello, la compañía deberá adjuntar imágenes de las rocas con los datos de la ubicación en que fueron extraídas. En ese momento, la propiedad pasará a ser de la agencia espacial, que pagará de la siguiente forma: un 10% en el momento de la adjudicación, otro 10% en el lanzamiento y el 80% restante al finalizar con éxito la misión. La cuantía, por el momento, no ha sido revelada.

Con la vista puesta en Marte

Se trata, como ha asegurado Bridenstine, de un "pasó crítico", cuyo proceso está abierto a todas las empresas del mundo, no solo a las de Estados Unidos. "La ciencia y la tecnología lunar de próxima generación es un objetivo principal para regresar a la Luna y prepararse para Marte. Durante la próxima década, el Programa Artemis sentará las bases para una presencia sostenida a largo plazo en la superficie lunar y utilizará la Luna para validar los sistemas y operaciones del espacio profundo antes de embarcarse en el viaje mucho más lejano hacia Marte", confirma el adminitrador de la NASA.

Un vacío legal

Además de tener fines científicos, este ambicioso proyecto también cuenta con una parte comercial, con la que podrían obtenerse grandes beneficios. En 2015 EE.UU. emitía una normativa que permitía el aprovechamiento de los recursos espaciales, y este mismo año, una orden ejecutiva de Donald Trump iba en la misma línea. Por su parte, la NASA presentó los Acuerdos de Artemisa, con el fin de regular la explotación sostenida de los recursos lunares. Por ello, Bridenstine pide que todas las investigaciones se realicen "de manera transparente. Estamos poniendo nuestras políticas en práctica para impulsar una nueva era de exploración y descubrimiento que beneficiará a toda la humanidad".