CORONAVIRUS

Cómo aislar a un niño con COVID-19 en casa: cuándo es necesario y cómo actuar

Con la vuelta al cole es primordial tener claro qué hacer si tu hijo tiene el coronavirus para evitar que contagie a los demás

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El coronavirus está afectando a todo el mundo sin importar la edad. Aunque los mayores son las personas más afectadas y sufren más las consecuencias, los niños también pueden ser portadores y transmisores del virus. De hecho, con la vuelta al cole, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha afirmado que “a lo largo del curso es probable que prácticamente todos los niños, de una manera u otra se contagien del coronavirus”.

Por ello, ante esta más que probable situación, es importante tener claro cuándo y cómo actuar. Y más sabiendo que hay que prestar una atención especial porque los niños suelen presentar cuadros leves o incluso en una gran cantidad de casos ser asintomáticos.

¿Cuándo es necesario aislar a un niño en casa?

Para empezar, la gran dificultad reside en diferenciar la sintomatología que presenta el niño de otras enfermedades habituales en la infancia. Por tanto, el primer paso es consultar al pediatra (en la mayoría de casos de manera telefónica) para que él evalúe si se trata de COVID y en consecuencia recomendar el aislamiento. En principio, aquellos niños con síntomas compatibles con el coronavirus deberían quedarse en casa para no contagiar a nadie. No obstante, también deberían aislarse 14 días aquellos que hayan estado en contacto con un caso confirmado.

Otra cuestión es dónde debe producirse el aislamiento. La clave está en la gravedad de los síntomas. Si son leves, el niño no tiene enfermedades de base y en casa puede tener los cuidados necesarios, no es necesario acudir al hospital y se puede hacer en casa. Eso sí, hay que tener también en consideración el hecho de convivir con personas de riesgo, ya que entonces podría ser peligroso realizar el aislamiento en el domicilio.

¿Cómo realizar el aislamiento?

Además de estar atentos a síntomas como la temperatura, la cantidad de comida, vómitos o diarrea, hidratación, tos o dificultad respiratoria, varias sociedades científicas (Asociación Española de Pediatría, Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria, Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria y Sociedad Española de Infectología Pediátrica) han elaborado un protocolo donde definen las condiciones del aislamiento.

Con respecto al lugar, debe ser una habitación con ventilación (hacerlo cada cinco minutos) y acceso a baño, siempre acompañado de un adulto y con la puerta cerrada. En caso de salir, mascarilla y distancia de seguridad. Es importante también el aseo, con un lavado de manos frecuente, y el uso exclusivo de material como ropa o toallas. Por supuesto, evitar el contacto físico y cubrirse la boca y nariz al toser y estornudar.

Por último, todos los días hay que limpiar las superficies de uso frecuente del domicilio con una solución de lejía en proporción 1:100 (1 parte de lejía doméstica al 5% en 50 partes de agua). La vajilla debe lavarse con agua caliente y jabón a alta temperatura, la ropa al menos a 60º y material como mascarillas, guantes y pañuelos deben tirarse a una basura de plástico cerrada y posteriormente proceder a lavarse las manos.