El chef Masanori Sugiura es el dueño de tercera generación del restaurante Imazushi en la ciudad de Anjo (Japón), que tiene más de 60 años. Pero también es uno de los culturistas que hace entregas sin camiseta de su restaurante, una estrategia rompedora para hacer frente a la crisis generada por la pandemia de COVID-19.

Sugiura reparte a domicilio sin camiseta (y con mascarilla) y posa para los clientes, a los que permite fotografiarle siempre respetando la distancia de seguridad. El restaurante permite pedidos de la región de Nagoya, aunque admite también de Tokio y Osaka con un precio negociado.

El chef empezó a ir al gimnasio a los 20 años y a los 30 empezó a competir de manera profesional, quedando tercero en un campeonato mundial de culturistas el pasado mes de febrero. Su restaurante sufrió las consecuencias de la pandemia, pasando de unos ingresos medios trimestrales de 100 millones de yens a tan solo 10 millones. Tuvo así que despedir a 46 de sus 50 empleados.

En busca de la expansión del negocio

La viralidad de su servicio en Twitter, que cuenta con un equipo de 5 culturistas, ha relanzado los pedidos que alcanzan los 8-10 en días ajetreados y ha recaudad 1,5 millones de yens en el último mes.

Sugiura se encuentra actualmente buscando mensajeros en Tokio, donde ha recibido muchos pedidos en los últimos meses y avisa: “En el futuro, me gustaría expandir los repartos de culturistas al extranjero”.