CORONAVIRUS

La forma de vida de los españoles, culpable de la altísima transmisión

El científico Miguel Hernán afirma que el elevado contacto físico, la espontaneidad en las relaciones o el hablar alto y cerca facilitan la propagación del coronavirus.

La forma de vida de los españoles, culpable de la altísima transmisión
Óscar Cañas Europa Press

España acumula ya un total de 470.973 contagios por coronavirus después de que este martes el ministerio de Sanidad notificara 2.731 nuevos casos en las últimas 24 horas. Miguel Hernán, Catedrático de Epidemiología de la Universidad de Harvard y miembro del famoso comité científico de la desescalada ha confirmado durante una entrevista en la Cadena Ser que los datos son preocupantes: "No hace falta ser epidemiólogo para ver que esto es mucho. Es más que otros países de nuestro entorno y empezamos a ver que los hospitales vuelven a transformarse para poder hacerse cargo de ese número de casos".

Hernán se ha lamentado porque esperaba que la ciudadanía entendiera mejor la situación vivida en marzo: "Es sorprendente que estemos en esta situación porque todos hemos tenido esta experiencia de la epidemia y hemos pasado por fase que nos deberían hacer entender lo que está pasando. Cuando dijimos que el virus había venido para quedarse era más difícil entenderlo, pero es sorprendente".

Razones

El científico ha confesado que no sabe cuál es la razón exacta por la que nuestro país tiene un mayor número de contagios. “Todas las epidemias tienen variaciones en algunos sitios y nunca se llega a entender por qué”, afirma. No obstante, ha sugerido que el estilo de vida de la población española podría ser uno de esos factores determinantes: "Nuestra cultura no juega a nuestro favor. Hay mucho contacto físico, hay mucha espontaneidad en las relaciones, muchas veces se habla alto y cerca... Todo esto evidentemente no es útil para parar la transmisión".

También ha señalado como posible fallo que “la gestión de la pandemia y la construcción de capacidades estratégicas que necesitábamos para tener un mejor control del virus no se ha dado a la velocidad a la que se tendrían que dar”. Sobre este aspecto, ha subrayado los rastreadores, puesto que en muchas comunidades autónomas la capacidad de rastreo “está muy lejos de los niveles mínimos que se recomiendan”.

Advertencia

Pese a que los datos que se están registrando en las últimas semanas no son buenos, Hernán se ha mostrado levemente optimista, afirmando que “nunca vamos a llegar a una situación tan catastrófica como la de marzo en ciertas partes de España”, cuando el Gobierno tuvo que decretar el estado de alarma y e implantar un estricto confinamiento. Eso sí, ha advertido de que “eso no quiere decir que se pueda llegar a una situación muy seria".

Del mismo modo, ha destacado la necesidad de entender que “este virus vino y no se va a ir”. “Si hacemos una fase de confinamiento dura el número de infectados va a bajar mucho y cuando se abre la sociedad va a haber más casos, pero el virus siempre va a estar ahí. Se trata de encontrar un equilibrio. Con eso tenemos que vivir durante los próximos meses", ha añadido.

Sorpresa ante los plazos de la vacuna

Cuando la COVID-19 se instaló en nuestras vidas, Hernán fue los primeros expertos en vaticinar que se quedaría con nosotros más de un año. Ahora, el experto mantiene su previsión, aunque muestra reconoce sentirse sorprendido por la rapidez con la que se están desarrollando las vacunas: "El ritmo de investigación de las vacunas ha sido más rápido de lo que esperábamos muchos. Puede que en vez de llegar en 2022 lleguen en 2021”. Esta anticipación sería muy positiva para controlar cuanto antes la pandemia :”si se tuvieran unas vacunas efectivas a gran escala antes del verano que viene podrían mejorar las cosas, porque si no otro año no nos lo quita nadie".