El pasado 30 de enero la India registraba su primer caso de coronavirus en su territorio. Tras salir de Wuhan, el origen del SARS-CoV-2, el segundo país más poblado del mundo se enfrentaba a un enemigo desconocido por todos. Hoy, siete meses después, es el tercer país más castigado por la pandemia.

Con más de tres millones y medio de contagios y 64.000 fallecidos, el país asiático es aquel en el que más rápidamente ha crecido el virus en todo el mundo. Una evolución que se podía prever a sabiendas de su población: cuatro veces más que la de Estados Unidos, el país más afectado por la crisis sanitaria. China, país algo más poblado, sí consiguió evitar los contagios de una forma más eficaz.

Semana negra en India

Durante la última semana en el país se han descontrolado los contagios, ya de por sí altos desde mediados de julio. En cinco de los últimos siete días se superaron los 75.000 casos positivos. El pico más alto llegó el miércoles, cuando se registraron 85.687 casos, superando ampliamente los 77.255 marcados por EEUU el 16 de julio.

El crecimiento de contagios en India no ha parado de crecer en el último mes. Desde el primer infectado hasta el número un millón tardaron seis meses. Desde ese momento hasta el segundo millón, tres semanas, y de ahí a los tres millones, solo 16 días. ¿Cuánto tardarán en llegar a los cuatro millones? El 23 de agosto fue cuando se alcanzaron los tres millones, y ocho días después están a menos de medio millón de alcanzar los cuatro.

El virus, "controlado" en julio

El pasado 27 de julio, el ministro principal de Nueva Delhi, Arvind Kejriwal, aseguró que el coronavirus había sido "controlado" en la capital de la India, después de observar una reducción de casos desde los 4.000 a finales de junio a los 1.000. Junto a Bombay, son las dos ciudades más afectadas por la pandemia.