CORONAVIRUS

El coronavirus revive al VIH, la tuberculosis y la malaria

La falta de recursos para tratar estas enfermedades debido al impacto de la COVID-19 aumentará considerablemente los casos dentro de cinco años.

El coronavirus revive al VIH, la tuberculosis y la malaria
SANJAY BAID EFE

La COVID-19 ya ha dejado más de 800.000 muertos y 23,4 millones de contagios en todo el mundo según los últimos datos facilitados por la Universidad estadounidense Johns Hopkins, una cifra desgarradora que, lamentablemente, aumenta más y más con el paso de los días.

Esta enfermedad deja a su paso algunos efectos secundarios como la pérdida del olfato y el gusto o la caída del cabello, entre otros, además de una gran crisis económica alrededor del mundo. Pero ahora, también se ha descubierto que resucita los casos de algunas enfermedades ya “controladas” como la tuberculosis, la malaria y el VIH.

Un estudio publicado en la revista médica británica ‘The Lancet’ ha estimado que las muertes por VIH, tuberculosis y la malaria podrían aumentar en un 10%, 20% y 36%, respectivamente, en un periodo de cinco años como consecuencia de la pandemia del coronavirus.

Los tratamientos de estas enfermedades, interrumpidos por la COVID-19

Este repunte de casos por dichas enfermedades tendría que ver con que, a raíz de la pandemia, se ha priorizado a los pacientes contagiados por el virus y, por ello, los tratamientos contra estas dolencias se han visto interrumpidos por el uso de sus recursos para tratar la COVID-19, así como también se han dejado de lado las campañas de prevención.

De esta forma, el estudio advierte que en los países subdesarrollados o con más tendencia a estas afecciones, el impacto por estas enfermedades podría tener la misma magnitud o peor que la pandemia del coronavirus mientras que en los países desarrollados el impacto sería menor.

Como cuentan en The Lancet, el Fondo Mundial para la lucha contra el VIH/SIDA, la tuberculosis y la malaria ha publicado los últimos resultados de sus encuestas cualitativas quincenales a los más de 100 países en los que invierte y, en ellos, han informado de que se están interrumpiendo el 85% de los programas de VIH, el 78% de tuberculosis y el 73% de la malaria.

Con ello, la investigadora del estudio Alexandra Hogan, junto a sus colegas, han llegado a la conclusión de que el aumento de la mortalidad por estas patologías se debe principalmente a la interrupción del tratamiento antirretroviral para el VIH, la interrupción del diagnóstico y tratamiento oportunos de nuevos casos de tuberculosis y la reducción de la distribución de mosquiteros para la malaria.

Del mismo modo afirman que los países más afectados a lo largo de los años por estas enfermedades podrían ver cómo los avances, esfuerzos y logros obtenidos en los últimos años para frenar estas dolencias retroceden a su punto de partida, por lo que advierten de la necesidad de más recursos y una acción decisiva para minimizar no solo el impacto de la COVID-19, sino también la del resto de las enfermedades.

La situación preocupa desde la OMS

De acuerdo con este estudio, Tereza Kasaeva, directora del Programa Mundial para la Tuberculosis de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha explicado que desde la constitución calculan que “entre un 50% y un 75% de los programas y tratamientos de tuberculosis del mundo se han interrumpido hasta ahora, dependiendo del país, ya sea a nivel de atención hospitalaria, suministros, test”.

Al mismo tiempo, Kasaeva informa de la falta de recursos económicos para hacer frente a estas enfermedades: “Ahora mismo, harían falta más de 3.000 millones de dólares para volver a la situación precovid, pero pueden ser el doble o el triple si la tendencia sigue así. Es muy preocupante”.

Se agotan los recursos económicos

El Fondo Mundial para la lucha contra estas enfermedades ha repartido 700 millones de euros a los países más vulnerables frente a la COVID-19 pero, desde la misma organización afirman que sus fondos de emergencia se agotarán a finales de septiembre.