El nuevo coronavirus que azota al mundo desde principios de año se sigue extendiendo por todo el territorio. Cada vez son más los contagios (más de 20 millones a nivel global) y también cada vez son más los sitios donde se encuentran restos del SARS-CoV-2.

El último de ellos ha sido dentro de un envase de alitas de pollo congeladas importadas en Shenzhen, al sur de China. Este producto, según informaron los medios nacionales, procedía de Brasil, segundo país más afectado por la pandemia.

A su llegada, el centro para el control y la prevención de enfermedades de la localidad analizó el virus en la superficie del producto, cuyo resultado de la prueba de ácido nucleico fue positivo. Así pues, el personal que pudo estar en contacto con dicho producto fue sometido a test PCR para verificar si habían contraído el coronavirus. Dichos test dieron negativo, los productos que quedaban en stock fueron sellados y los que habían sido vendidos fueron rastreados y controlados.

Antecedentes en otros productos

Por desgracia, esta no era la primera vez que ocurre algo así en la superficie de productos importados congelados, pues también pasó con la importación de mariscos desde países de América del Sur.

Fue el caso de un paquete de gambas congeladas importadas desde Ecuador por un restaurante chino. Y es que desde el mes de julio hasta siete ciudades del país han registrado casos de coronavirus en los envases de productos de mar congelados.

Una de las causas para estos contagios puede ser, según los expertos, que el virus puede sobrevivir en ambientes más fríos, debido a las bajas temperaturas en las que se conservan, aunque la OMS asegura que no hay riesgo de contagio a través de los alimentos.