Coronavirus: ¿por qué algunos expertos no recomiendan el tratamiento con dióxido de cloro?
El Ministerio de Salud de Bolivia ha alertado de los problemas hepáticos, renales o de la destrucción de tejidos que puede generar su consumo.
El coronavirus no tiene una cura hasta el momento, y es una realidad. Sin embargo, hay países como Bolivia donde utilizan el dióxido de cloro -una sustancia utilizada para desinfectar- como medicamento para frenar la COVID-19 pese al aviso de las autoridades del riesgo para la salud que su consumo supone.
El Parlamento de Bolivia abrió un trámite de una ley que permitiese la producción del químico para aplicarlo en pacientes con coronavirus. El Ministerio de Salud de Bolivia, por su parte, ha anunciado que llevará a juicio a aquellos que animen a consumir el dióxido de cloro, del que alertan que es peligroso.
Supone un verdadero riesgo para la salud
La directora del Centro de Información de Medicamentos de la Universidad Mayor de San Andrés de La Paz, Teresa Rescala, explica que se están tomando estas medidas por la "desesperación de la población" ante un sistema hospitalario poco eficaz. La inseguridad de la gente provoca que tomen decisiones como consumir este tipo de productos.
La experta señala que no es la primera vez que se utilizan sustancias de este tipo para tratar enfermedades, sino que hace unos diez años, la gente comenzó a consumir sustancias como el Miracle Mineral Solution (MMS) como fármaco contra el cáncer, el VIH o el autismo.
Diferencias entre el 'in vitro' y el 'in vivo'
Rescala apuntaba a que se debe diferenciar la respuesta de una sustancia 'in vitro' -laboratorio- y el 'in vivo' -cuerpo de una persona-, pues no tiene los mismos efectos.
El dióxido de cloro es "un antiséptico, potabilizador del agua, limpiador de superficies y que su condición química gaseosa se ha observado que puede atacar el coronavirus", definía la experta sobre su uso fuera del consumo humano. En cuanto a la reacción ante el consumo, en el cuerpo "le puede hacer a cualquier célula del organismo" lo que le hace al coronavirus, y con eso podría llegar a provocar intoxicaciones o problemas fisiológicos.
De hecho, en Bolivia, desde periodistas, hasta figuras públicas, pasando por deportistas, han declarado los beneficios de su consumo, pero de lo que no alertan es de los casos que se están dando de intoxicación. Algunos estudios revelan que puede llegar a provocar la destrucción de tejidos y daños hepáticos y renales.
Para concluir, Teresa Rescala apuntaba que: "No existe ningún estudio clínico, no puede haber, porque no es un medicamento que demuestre la capacidad clínica o terapéutica que pueda tener".
Hay personas que defienden el consumo de esta sustancia
Pese a los avisos de las autoridades sanitarias, muchos ciudadanos se agolpan en las farmacias para conseguir el dióxido de cloro, llegando a agotarlo.
Federico Anze, un doctor que tiene una farmacia en la ciudad de Cochabamba, defiende el producto, asegurando además haberlo consumido él mismo. De la misma forma, Anze apunta a que no es una vacuna, ni cura el coronavirus, pero si ayuda a mejorar al paciente, alegando que las intoxicaciones que se han producido no son debidas al dióxido de cloro, sino a "cualquier cosa, lavandina, hipoclorito" que se vende por internet.