CORONAVIRUS

Un hospital de Texas baraja enviar a los pacientes de COVID-19 más graves a morir a casa

Los sistemas sanitarios se están saturando en el condado de Starr por la pandemia de coronavirus y el Hospital Memorial estudia esta dura decisión.

Un hospital de Texas baraja enviar a los pacientes de COVID-19 más graves a morir a casa
MARK FELIX AFP

La situación en el Condado Starr, en Texas y fronterizo con México, es muy crítica. La pandemia de la COVID-19 está causando muchos estragos en esta zona mayormente rural y con pocas infraestructuras hospitalarias. Los contagios se han disparado y han saturado los sistemas sanitarios. Tal y como anunció el Dr. José Vásquez, autoridad de salud del condado, esta semana, al menos el 50% de los pacientes ingresados en la sala de emergencias del hospital ha dado positivo por coronavirus. "La situación es desesperada", expresó.

El jueves se notificaron al menos 40 nuevos casos de coronavirus en el condado de Starr, lo que eleva la cifra a un total de 1.701. Además, ha habido 17 muertes relacionadas con el virus y otras 32 están pendientes de confirmación estatal, dijeron funcionarios locales de salud.

Ante la incapacidad para atender a todos los pacientes, los médicos de Texas se han visto obligados a tomar la dolorosa decisión de a quién atender y a quién no, en función de sus posibilidades de supervivencia. De esta manera, tendrán que enviar a los pacientes “a morir a casa con sus seres queridos”, dicen las autoridades.

Funcionarios del gobierno y de salud en el Condado de Starr anunciaron esta semana que ya están creando comités para revisar los casos de pacientes en el Hospital Memorial del Condado de Starr. Vásquez confesó que era una decisión “difícil”, pero correcta: "Aquellos pacientes que ciertamente no tienen ninguna esperanza de mejorar, creemos que son mejor atendidos dentro de su propia familia, en el amor de su propia casa, en lugar de miles de millas de distancia”.

Medidas contra la COVID-19

El aumento de la pandemia ha sido particularmente duro en la frontera entre Texas y México. El condado de Hidalgo, vecino del condado de Starr, se ha convertido en uno de los principales focos de coronavirus del estado. Así, el gobernador de Texas, Greg Abbott, anunció hace una semana que cinco equipos de la Marina de Estados Unidos se estaban desplegando en el sur de Texas para ayudar a combatir la propagación del virus.

Por otra parte, el viernes comenzó un nuevo confinamiento en el condado de Starr, casi tres meses después de que Abbott diera por finalizada la orden de permanecer en casa, permitiendo que las empresas reabrieran con un aforo limitado. Cabe destacar que Texas fue uno de los primeros estados en reabrir su economía. Este confinamiento estará vigente, en un principio, hasta el 10 de agosto y requiere que los ciudadanos se queden en sus viviendas, incluidos aquellos que residan en hoteles, moteles y alquileres compartidos.

Texas también estableció un toque de queda obligatorio de 23:00 a 5:00 para cualquier persona mayor de 18 años, y de 22:00 a 6:00 para residentes de 17 años o menos, a no ser que vayan acompañados por un padre o tutor. "Nuestras espaldas están contra la pared", explicó el juez Vera, quien firmó la orden, en una conferencia de prensa. "Estamos literalmente en una situación de vida o muerte", sentenció.