Siempre ha sido muy recomendable respetar los aforos de los bares para poder garantizar la seguridad de las personas en caso de algún incidente. Pero la pandemia provocada por la COVID-19 ha provocado que no superar el aforo se haya convertido en una norma estricta.

La necesidad de mantener la distancia de seguridad para protegernos del virus hace que los bares no puedan quedar abarrotados. De ahí que en muchos lugares de España se haya aumentado la inspección de los locales de ocio para comprobar que se siguen todas las normativas. Gijón es un claro ejemplo de ello. Además de las más de cuarenta multas diarias que se han puesto durante esta última semana, se han vigilado bien los establecimientos de ocio nocturno, principalmente.

A estos controles de negocios, se suman también los realizados a pie de calle en vías transitadas. Es habitual ver a patrullas de la Policía Local controlando que se respete el uso de la mascarilla. El sábado fueron sancionadas 128 personas por incumplir las medidas establecidas.

Pillados dos bares infringiendo las normas

Gran parte de la ciudadanía está muy concienciada sobre la gravedad de la pandemia. De hecho, fueron las denuncias de los ciudadanos las que llevaron a la Policía Local a intervenir en dos locales de copas situados en la zona de Fomento por quebrantar las directrices establecidas por la Consejería de Salud. Ambos locales fueron desalojados inmediatamente.

La primera actuación de la policía se produjo sobre la una de la madrugada. Los encargados del local estaban retransmitiendo por redes sociales la actuación de un famoso DJ, lo que llevó a los vecinos a alertar a la policía. Las imágenes de los vídeos permitían ver lo que pasaba en el interior del establecimiento. Los clientes incumplían la distancia de seguridad y la obligatoriedad de llevar la mascarilla. Tras la denuncia, los agentes acudieron al bar y comprobaron que había 651 personas, cuando el aforo era de 321, debido a que estaba reducido al 50% (en condiciones normales era de 643 personas), siendo 272 clientes menores de edad. Hasta 22 personas fueron denunciadas por no llevar mascarilla. Estas actitudes “generan un riesgo grave de posible propagación de la COVID”, advirtieron desde la Policía Local.

La segunda intervención de desalojo tuvo lugar poco antes de las seis de la madrugada. En esta ocasión, el local sancionado ni siquiera había reducido el aforo habitual. Había 122 clientes, cuando en condiciones normales podían entrar 123. Además, la pista de baile estaba activa y los consumidores no mantenían la distancia establecida ni llevaban mascarilla, motivo por el también fueron multadas 12 personas.