Con todas las miradas puestas en la búsqueda de un tratamiento para el coronavirus, no se deben descuidar el resto de enfermedades de todo tipo, causantes de varios miles de personas al año. Desde el inicio de la pandemia provocada por el SARS-CoV-2, se han establecido unos síntomas claros, como son la tos seca y la fiebre en los primeros días, hasta el dolor muscular y las dificultades respiratorias en los cuadros más graves.  Unos síntomas que también aparecen en otra enfermedad como es la legionela.

¿Qué es la legionela?

La legionela, descubierta por primera vez en 1977 a causa de un brote de neumonía grave registrado en Estados Unidos, es una bacteria que se encuentra dentro del agua, tanto natural como artificial, por lo que se puede encontrar en spas o balnearios, así como ríos o estanques. La Legionella pneumóphila es la que produce la legionelosis, una enfermedad que tiene una incidencia de tres casos cada 100.000 habitantes en España. Se trata de una bacteria que supone un riesgo real, sobre todo, para las personas mayores, fumadores o son un sistema inmunológico debilitado.

Debido a la similitud de sus síntomas con el coronavirus (fiebre alta y neumonía), la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA), ha destacado que hay que tener cuidado para no confundir una enfermedad con otra, pues, según el Instituto de Salud Carlos III, los casos de legionela en España no han parado de crecer desde 2013 (1.631 casos en 2018, 1.493 en 2017 y 1.020 en 2.016). Además, la tasa de incidencia en España es más alta que la media europea.

"Entre los síntomas que puede manifestar una persona con infección por la bacteria de la
Legionela, están la neumonía y la fiebre alta, ya que la legionelosis no deja de ser una enfermedad respiratoria. Esto implica el riesgo de que, en el momento en el que nos
encontramos, pueda ser considerada un caso positivo de facto de infección por coronavirus, ya que comparte alguna de la sintomatología con esta nueva enfermedad", señala Sergio Monge, presidente de ANECPLA.

¿Dónde se encuentra la legionela?

La bacteria de la legionela, para favorecer su crecimiento, se debe encontrar en aguas estancadas con temperaturas que se encuentren entre los 25º y los 45º, además de la acumulación de sustratos o productos que puedan servir de alimento.

Así pues, como suele sobrevivir en espacios húmedos, se puede encontrar en instalaciones como torres de refrigeración o sistemas de distribución de agua caliente sanitaria.