El 'campeón de campeones' abandona la UCI 101 días después

Marcos González ha dado un gran ejemplo al mundo de que nunca hay que dejar de luchar. Este hombre de 63 años comenzó sentir malestar el pasado 13 de marzo con fiebre y cansancio. El día 20 ingresó en el hospital y fue trasladado a la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital General de Alicante en estado crítico. Su vida corría grave peligro. Sin embargo, este miércoles Marcos ha pasado a planta después de 101 días en la UCI, 94 de ellos con respiración asistida. Lo ha hecho con los brazos en alto en señal de victoria y al ritmo de Rocky Balboa, así como de los aplausos de familiares y sanitarios.

Su hija Paula explica esta acogida: "En este recibimiento a la nueva vida de mi papá, queremos tener como lema 'campeón de campeones, nunca rendirse'. Es para él y para todos los sanitarios", explica, para añadir que han elegido la canción de Rocky Balboa porque es una "historia de superación y agarrarse a la vida".

Se trata del paciente que más tiempo ha estado en la UCI de este hospital. "La vida ha vencido y se ha hecho paso, tras muchos altibajos y una larga lucha contra el virus y sus posteriores complicaciones", señala el centro, que considera que esa lucha de Marcos es "una historia de superación que merece ser contada".

Una larga agonía

Para su familia, estos 101 días han sido también “durísimos” porque vieron cómo el hombre pasaba “muchas complicación y pasos hacia delante y hacia atrás”. Sufrió agravamientos en el corazón y en los riñones, así como complicaciones bacterianas, entre otras. En mayo pudieron por fin empezar a verle y en junio llegaron las buenas noticias al ver una mejoría notable porque Marcos iba necesitando menos el respirador. El día 24, San Juan, festividad en Alicante, por fin empezó a respirar por él mismo. Se plantearon cerrarle la traqueotomía, que pudiera empezar a comer "y pudimos escucharle hablar tras mucho tiempo", relata su hija.

Una historia de superación con final feliz en la que los allegados de Marcos pudieron ver su gran fortaleza. Paula y su hermano Marcos han explicado a los medios con orgullo que su padre ha demostrado ser “un luchador que no se rinde” y que hoy celebran "la victoria con alegría e infinito agradecimiento a las personas que han trabajado con él y que le han acompañado". Se han acordado de todos los médicos, enfermeros, personal de limpieza y celadores que han velado por su progenitor. Pero especialmente han querido agradecer al doctor Sebastián Castillo y a una trabajadora del servicio de trasplantes, Marian, que en un momento en el que el paciente estaba totalmente aislado hizo una videollamada para la familia. “No nos lo creíamos. Para nosotros fue un ángel, es un encanto de persona”, ha contado la esposa del enfermo, María Dolores Verdú.

Además, la familia de Marcos ha querido inspirar esperanza a las familias que aún tienen seres queridos en la UCI y al resto de la ciudadanía para que respeten las medidas sanitarias y el distanciamiento social con el fin de ayudar a combatir la pandemia. "Queremos que la historia pueda servir de inspiración y esperanza como nos han servido otras historias; vamos a vivir y disfrutar de la vida, porque la vida en sí es un milagro", concluye Paula.