El cierre de las discotecas está provocando que muchos jóvenes busquen planes alternativos para disfrutar de la noche con amigos y uno de ellos la organización y celebración de fiestas privadas en casas. Ya no solo durante el confinamiento, cuando estaban totalmente prohibidas las reuniones entre personas que no convivían en el mismo domicilio, sino durante la desescalada. 

A pesar del ruido que puede provocar en los vecinos, los datos del Área de Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de Madrid arrojan unos resultados que reflejan el considerable aumento de este tipo de celebraciones, no solo respeto al confinamiento, sino también a los mismos días del año pasado (cuando sí estaban abiertas las discotecas y locales de ocio nocturno). 

En el fin de semana del 22 y 23 de mayo, cuando la Comunidad de Madrid todavía no había entrado en fase 1, pero se permitían ya reuniones de hasta 10 personas, la Policía identificó unas 264 fiestas debido a "ruidos positivos". El mismo fin de semana del año pasado fueron 20: lo que supone un aumento del 1.220%.

En otros fines de semana también se han notado esas ganas de celebrar el fin de la cuarentena en los domicilios privados: en el del 17 y 18 de mayo 142 denuncias, 111 más que el mismo fin de semana del 2019.

Los hosteleros de la noche piden abrir ya

Estos datos animan todavía más a los hosteleros de la noche para reivindicar la apertura de estos locales nocturnos y discotecas cuanto antes, ya que se quejan de que "fuimos los primeros en cerrar y seremos los últimos en abrir" . Los que han abierto ha tenido que ser con servicio de terraza y manteniendo las medidas de higiene y precaución. Incluso se han eliminado las pistas de baile para minimizar el riesgo de contagio.

Incremento moderado de avisos en Barcelona y Valencia

En otros puntos de la geografía española, como Barcelona o Valencia, también se han incrementado los avisos por ruido en casas, pero sin legar al porcentaje tan elevado de la Comunidad de Madrid.

Entre lo que más preocupa a las autoridades de estas fiestas es, prácticamente, la imposibilidad de comprobar si se cumple la distancia de seguridad (1,5 mts) y si se respetan las medidas de precaución e higiene, lo que supone el aumento del riesgo de contagio.