El Gobierno de Portugal ha decidido tomar medidas ante el aumento de positivos en el Lisboa y ha decretado una serie de medidas para frenar el avance de la enfermedad entre las que destacan el confinamiento de 19 de los 24 distritos de la capital, la prohibición de mercados y ferias cierre de comercios a las 20:00 y reuniones limitadas a 10 personas, bajando desde las 20 permitidas hasta ahora.

Quien incumpla alguna de las normas será sancionado con una multa que va de entre 100 y 500 euros para las personas físicas y entre 1.000 y 5.000 para las jurídicas.

“Las situaciones de transmisibilidad se encuentran en un nivel esperado y controlable en todo el territorio nacional” dijo el presidente de Portugal, Antonio Da Costa tras anunciar las medidas, para añadir que del estado de alarma no saldrán “hasta que finalice la pandemia”.

Respecto a una posible segunda ola, como ya la han catalogado miembros de la oposición portuguesa, Da Costa aseguró que “solo los próximos días nos lo dirán, ya sabemos que los números varían y que los lunes los números son más bajos”. “Estamos trabajando para intervenir en un problema de salud pública”, finalizó.