Perú, uno de los países más afectados por el coronavirus, ha sido noticia gracias a un polémico tratamiento. En la región amazónica de Loreto, un grupo evangélico de la zona ha promovido la inyección de un fármaco veterinario llamado Ivermectina para intentar frenar la pandemia en dicho territorio.

Se calcula que unas 5.000 personas habrían recibido el medicamento y algunas han desarrollado reacciones como la diarrea. Leonardo Tello, director de la emisora Radio Ucamara, la principal radio de la ciudad, explicó en El País que "ha sido horroroso el efecto secundario".

Se trata de un departamento donde residen cerca de un millón de personas, de las cuales unos 300.000 son indígenas. Ante la falta de recursos por parte del Estado, este grupo evangélico planteó las inyecciones de este remedio como una posible salvación.

Popular en Latinoamérica

La Ivermictina es un fármaco cuyo uso está popularizado en Latinoamérica para combatir a la COVID-19, pero ha generado una gran preocupación entre las autoridades. La Dirección General de Medicamentos del Ministerio de Salud de Perú insiste en no emplearlo como medicamento porque "no cumplen las mismas exigencias de los fármacos para humanos".

Wadson Trujillo, jefe indígena en la región de Cuninico, ha afirmado que "la explicación de los voluntarios fue clara y directa de que está aprobado mediante una ley, y que es un tratamiento animal que da resultados positivos como vacuna". Además, según Trujillo, en la zona "casi todos han tenido síntomas  y con remedios caseros los están contrarrestando".

Aunque también reveló que no todo eran buenas noticias: "Algunos han estado en aislamiento debido al problema de abastecimiento de medicinas".

Golpeado por la pandemia

Este es uno de los graves ejemplos que está viviendo el país desde el comienzo de la pandemia. Actualmente, Perú ha registrado hasta la fecha más de 247.000 casos de contagio (sexto país con más afectados) y una cifra superior a los 7.000 fallecidos.