España se encamina hacia la nueva normalidad después de haber dejado atrás la peor fase de la pandemia del coronavirus. La evolución de la enfermedad está siendo positiva, como subrayan las autoridades sanitarias, aunque la posibilidad de que puedan producirse nuevos contagios sigue plenamente vigente sin la existencia de una vacuna. 

Por ello las autoridades sanitarias solicitan que los ciudadanos no bajen la guardia en la prevención una vez se instaure la nueva situación que permitirá, entre otras cosas, la libre circulación. Además, los gobiernos regionales han decidido aplicar medidas para minimizar los riesgos de posibles rebrotes de la enfermedad que ha dejado hasta la fecha 28.313 muertos en España, según la última actualización de datos del Ministerio de Sanidad.

¿Cuándo se produce un rebrote?

Los expertos consideran que se afronta un rebrote de una enfermedad cuando se producen un número significativo de contagios en un territorio concreto. En el caso del coronavirus ya se han registrado varios casos en todo el mundo, entre ellos el que ha sucedido en un mercado de Pekín (China), con más 180 positivos.

En España se encuentra activo un brote de la COVID-19 en Algeciras que ha provocado la muerte de una mujer de 79 años y tres casos positivos en un hostal. También se detectaron recientemente nuevos infectados en lugares concretos de Tenerife, Córdoba, Lleida, Gijón y Mallorca que pusieron en alerta a las autoridades.

Medidas para evitar la propagación

Mantener a pleno rendimiento la vigilancia epidemiológica es un elemento clave para evitar que el coronavirus vuelva a golpear con fuerza. Los expertos consideran que actuar con rapidez ante cualquier reaparición de la enfermedad es fundamental para impedir la propagación y tener así controlada la situación.

En este sentido, el aislamiento de los focos donde se producen estos nuevos contagios es una de las primeras medidas que aplican las autoridades sanitarias para frenar una posible nueva expansión del virus entre la población.

Asimismo, una de las grandes preocupaciones de los países que tienen controlada la epidemia es que puedan surgir rebrotes a raíz de casos importados, de ahí la insistencia en la necesidad de mantener medidas de prevención en los aeropuertos por parte de los gobiernos.

De cualquier forma, los epidemiólogos sostienen que la mejor manera de impedir la aparición de nuevos casos es respetar al máximo las recomendaciones de higiene habituales. Es decir, el lavado frecuente de manos, mantener la distancia de seguridad y, especialmente, el uso de mascarillas, elemento de protección que acorde a recientes estudios reduce considerablemente el riesgo de infectarse.