El Hospital de Valdecilla, en Cantabria, se ha destacado como uno de los más previsores en la lucha contra la pandemia del coronavirus y asi lo reconoce Rafael Tejido, su director gerente. Tejido, en una entrevista con la agencia EFE, explica que siguiendo la evolución que la crisis tenía en Italia, decidió preparar su hospital para lo que venía: acopió epi, creó circuitos de asistencia solo para pacientes con coronavirus y cerró todas las consultas y los servicios que pudo. La COVID-19 infectó a solo un 2 por ciento de su personal (100 trabajadores), no generó ningún contagio de enfermo a enfermo ni colapsó las urgencias, ni los cuidados intensivos ni las plantas de hospitalización. Tambié son importantes las 2.400 acciones formativas sobre epis que ha organizado este hospital santanderino durante los últimos meses, porque esos equipos son, según su director, “la clave” para que los profesionales no se contagien.

Además del acopio de material, Tejido creo  antes de que el virus se detectara en Europa, una comisión con veinte especialistas de todas las áreas y liderada por los responsables de neumología, infecciosas y medicina interna para estar preparados en caso de que el virus nos alcanzanse, como finalmente sucedió.

Tejido incide en la entrevista en la necesidad de crear “una política completamente distinta de epi", buscando un abastecimiento continuo para los hospitales con proveedores habituales o empresas locales, que sean “muy fieles”.

Ante un posible rebrote, que Rafale Tejido no descarta, asegura  la solución a esas epis está “a pie de casa”: “Si vas a competir en un mercado mundial, con una pandemia, lo tienes claro”, advierte. Además, añade que mientras se espera la vacuna, hay que focalizar esfuerzos en encontrar tratamientos efectivos contra el virus: "Lo importante es la vacuna contra esta enfermedad, pero lo es más desarrollar nuevos y potentes fármacos antivíricos para el coronavirus, pero también para el virus 'X' que nos puede llegar".