Las investigaciones en busca de un posible tratamiento contra el coronavirus continúan y las últimas noticias llegadas desde Estados Unidos son esperanzadoras. Un grupo de pacientes con COVID-19 han experimentado mejoría después de recibir un fármaco que inhibe una reacción inflamatoria descontrolada. Con este estudio, publicado en la revista Science Immunology, se revela que la proteína BTK es una pieza clave en este tipo de inflamaciones, puesto que incluso pueden ocasionar la muerte del paciente.

Los científicos han llegado a esta conclusión después de que una mujer infectada, que tenía una insuficiencia respiratoria muy grave, se negara a ser intubada, según explica Josep Baselga, director del área de investigación oncológica de la compañía AstraZeneca, en declaraciones recogidas por La Vanguardia. Tras ese rechazo, los niveles de proteínas inflamatorias en su sangre estaban fuera de control, por lo experimentó una tormenta de citoquinas. Por eso, los médicos le suministraron acalabrutinib, un fármaco de AstraZeneca diseñado para bloquear la proteína BTK. La paciente mejoró rápidamente y la tormenta de citoquinas se aplacó.

Pruebas en 19 pacientes

Tras este resultado, se decidió suministrar el mismo fármaco a pacientes tratados con ventilación mecánica. Así, once de ellos recibían oxígeno por medio de una mascarilla, mientras que los otro ocho, aún más graves, estaban intubados. De los once que recibían oxígeno por una mascarilla, ocho mejoraron notablemente tras recibir el medicamento y pudieron volver a respirar por sí mismos. Según los últimos datos disponibles, nueve ya han recibido el alta, uno continúa hospitalizado y otro había fallecido.

Sin embargo, entre los ocho que estaban intubados, los resultados no fueron tan buenos. Cuatro recibieron el alta, pero los otros cuatro murieron. Lo que indica este estudio es que el fármaco es eficaz cuando empieza en el paciente la tormenta de citoquinas, antes de que se hayan producido daños muy graves.

Ensayos clínicos con 200 enfermos

Ahora la investigación continúa. Para comprobar la eficacia del acalabrutinib, AstraZeneca realizará dos ensayos clínicos en los que participarán 200 personas de países gravemente afectados por la pandemia como Estados Unidos, Rusia o Brasil. El objetivo no es otro que seguir avanzando en la investigación contra el coronavirus. Conseguir un tratamiento eficaz contra la COVID-19 puede estar más cerca.