Coronavirus

La COVID-19 puede causar daños a largo plazo en casos leves

Diversos estudios han comprobado que las secuelas derivadas de la enfermedad también pueden manifesarse en los pacientes menos graves tiempo después de haberla superado.

La COVID-19 puede causar daños a largo plazo en casos leves
Alberto Valdés EFE

Los médicos e investigadores de todo el mundo siguen descubriendo sobre la marcha nuevos efectos que puede causar al coronavirus. Con el paso de los meses ya se había confirmado que esta enfermedad podía dejar severas secuelas en los pacientes más graves y ahora nuevos estudios están desvelando que también las personas que la sufrieron en su forma más leve pueden verse afectadas a largo plazo.

Así, algunos de estos pacientes se enfrentan meses después de superar la COVID-19 a complicaciones derivadas de esta dolencia. Muchos de estos casos han trascendido en China y en Italia. En ambos países han detectado casos de individuos que, tiempo después de recibir el alta, han padecido problemas orgánicos como los que relatamos a continuación:

Daños pulmonares

Muchas personas que sufren el coronavirus desarrollan una insuficiencia respiratoria denominada síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA en sus siglas en inglés). Se ha confirmado a través de diversas investigaciones que esta dolencia puede permanecer en pacientes que ya se han recuperado por los daños irreversibles que produce en los pulmones.

Pero ésta no es la única secuela que puede dejar en este órgano la COVID-19. También hay estudios que alertan de casos en los que se produce fibrosis una vez dejada atrás la enfermedad, incluso en individuos asintomáticos.

Daño hepático

Una investigación desarrollada en China ha comprobado que los daños hepáticos que padecen muchos enfermos de coronavirus pueden continuar una vez se han recuperado de esta dolencia. En concreto, este estudio confirmó que es posible seguir teniendo una función hepática deteriorada a pesar de que las pruebas para detectar el virus ya den negativo.

Problemas de corazón

El corazón es uno de los órganos que puede ser más dañado por el coronavirus. Esta enfermedad es capaz de aumentar el riesgo de sufrir anomalías cardíacas como es la coagulación de la sangre. Estos daños pueden afectar incluso a personas que no han tenido problemas de esta índole anteriormente. Asimismo, la aparición de arritmias es otra de las posibles secuelas que puede causar la enfermedad.

Movilidad reducida

Los pacientes ingresados en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) sufren en muchas ocasiones una degradación muscular en su cuerpo debido a un largo periodo de reposo en cama. En este sentido, un estudio de la Universidad John Hopkins reveló que sus consecuencias pueden llegar a notarse durante meses e incluso años.

Falta de aliento

Algunas autoridades sanitarias han advertido la posibilidad de padecer falta de aliento persistente tras haber padecido el coronavirus. Estos expertos basan principalmente su teoría por lo comprobado en los pacientes que han sufrido síndrome respiratorio agudo severo (SARS), una afección que puede provocar la falta aliento durante meses y, en ocasiones, para siempre. Estas voces consideran probable que pueda producirse una secuela similar en muchos pacientes que han superado la COVID-19.