Brasil, más allá del coronavirus: dengue, gripe y sarampión
Los casos por COVID-19 se multiplican, pero además se une el inicio de la temporada de influenza, el dengue y otros virus como el sarampión.
La sociedad brasileña vive una situación dramática. La pandemia por COVID-19 se encuentra en plena expansión y el país cerró el domingo pasado con 7.938 nuevos casos de coronavirus, aumentando el total de contagiados a 241.080 y sumando 485 nuevas muertes, que elevaron el total de víctimas en solo dos meses a 16.118.
Pero además, el país sudamericano se enfrenta al inicio de la temporada de influenza (un virus que infecta la nariz, la garganta y en algunos casos los pulmones), el final de la temporada de dengue (virus transmitido por los mosquitos) y se han localizado brotes activos de otros virus que creía superados, como el sarampión (infección causada por un virus).
Síntomas comunes
La sanidad brasileña se encuentra saturada y todavía no se atisba el pico de la enfermedad por COVID-19, que debe producirse dentro de unas semanas dependiendo de cómo evolucione y como se frene su reproducción. Con un sistema de salud pública precario, el rebrote de otras enfermedades complica aún más la situación de los sanitarios. Además, cuentan con la dificultad añadida de que el coronavirus, la influenza y el dengue comparten síntomas comunes en el inicio de la enfermedad, por lo que complica su identificación.
Según explica EFE, el último boletín del Ministerio de Salud ha notificado 676.928 casos probables de dengue en lo que va de año, con una tasa de incidencia de 322 casos por 100.000 habitantes, y 265 decesos. A partir de junio, con la llegada del invierno austral, los casos de dengue bajan, pero suben los de gripe común y otras enfermedades respiratorias. Hay que añadir que en 2019, Brasil registró 1.122 muertes por los tres tipos de influenza.
A todo esto hay que añadirle también brotes de sarampión que continúan activos en las cinco regiones de Brasil: norte, nordeste, centro-oeste, sudeste y sur. Mientras, el presidente brasileño Jair Bolsonaro, continúa criticando las medidas de distanciamiento social adoptadas por los gobiernos regionales y municipales para combatir el avance de la COVID-19 y defiende la normalización de la actividad económica.