Los castigos excesivos de Qatar para frenar al coronavirus
La legislación del país arabe recoge una pena de prisión para todo aquel que no respete la obligatoriedad de llevar mascarillas en lugar públicos, además de una multa económica.
Las autoridades de Qatar están decididas a frenar la expansión de la pandemia del coronavirus entre sus fronteras y con este fin no han dudado en promover castigos severos para todo aquel que no siga las reglas. Este domingo 17 de mayo ha entrado en vigor la normativa que establece el uso obligatorio de mascarillas en todos los lugares públicos del emirato y las sanciones que acarrea su incumplimiento podrían calificarse como las más duras del mundo.
Y es que la pena que supone no seguir esta directriz en Qatar no permite tomar riesgos: hasta tres años de prisión y una multa de 200.000 reales (unos 50.800 euros). La única excepción contemplada por la legislación del país árabe para no recibir este castigo es la posibilidad de viajar en solitario en un vehículo, una actividad que sí se podrá realizar sin mascarilla.
Esta medida se suma a otras anteriormente decretadas por el régimen de la familia Al Thani, como son el cierre de mezquitas, restaurantes, cines, centros comerciales y colegios. El coronavirus apenas ha dejado víctimas en el emirato (15 personas fallecidas desde el inicio de la crisis), pero continúa avanzando en cuanto a infectados se refiere. Más de 30.000 ciudadanos de Qatar han dado positivo hasta ahora en un estado que cuenta con 2,75 millones de habitantes, lo que supone una tasa contagios del 1,1%, una de las más altas del mundo.
Pena de cárcel también en Kuwait
Kuwait no aplicará sanciones tan severas a sus ciudadanos como Qatar por no usar mascarillas, pero el Ministerio de Sanidad de esta nación árabe también ha anunciado penas de cárcel a partir de este domingo para todo aquel que no respete la normativa. La pena máxima es de tres meses de prisión y una multa de 5.000 dinares (casi 15.000 euros). El Chad (hasta 15 días de cárcel) y Marruecos (tres meses) son otros países que contemplan severas sanciones por no llevar mascarilla en espacios públicos.