Un domingo 10 de mayo distinto y extraordinario el que se ha vivido en Valencia, dónde no se ha podido celebrar la fiesta de la Virgen de los Desamparados como se hacía en condiciones normales debido al decreto del estado de alarma que aprobó el Gobierno de Pedro Sánchez.

Aun así, se ha producido una escena inaudita dado que el cardenal Cañizares ha abierto la Basílica de Valencia, aunque la ley publicada en el Boletín Oficial del Estado recoge que la apertura de los lugares de culto está expresamente prohibida en la fase 0, una fase de la que aun no ha pasado la ciudad de Valencia y sí algunos territorios de la provincia.

No solo ha sido el cardenal el que ha infringido las normas de confinamiento hoy en la ciudad, dado que según la denuncia del concejal de Protección Ciudadana de la capital valenciana, Aarón Cano y las imágenes que se han difundido rápidamente en redes sociales, se ha podido comprobar como más de un centenar de fieles se han concentrado en las inmediaciones de la Basílica.

"Acto muy grave cometido con premeditación y alevosía"

El concejal del Partido Socialista en el consistorio valenciano asegura que se trata de un hecho "muy grave", de gran "irresponsabilidad" y que se ha realizado, a su juicio, con "premeditación y alevosía". También ha acusado a Cañizares de abrir las puertas del templo "como si fuese un día normal".

Desde el Arzobispado de Valencia se ha argumentado que en ningún caso se han incumplido las normas relativas al confinamiento y del estado de alarma, y que en ningún momento ha habido aglomeraciones. "Había dos patrullas de policía y no han disuelto ningún grupo" espetan.

La Policía informará a la Delegación del Gobierno por lo ocurrido

La Policía Local y la Policía Nacional, que han desalojado la zona ante la reunión de un grupo amplio de personas a las puertas de la Basílica de la Vírgen de los Desamparados, ha abierto una investigación e informará al respecto a la Delegación del Gobierno.