El CSIC no ve riesgo de contagio en el agua de playas y piscinas
Un informe del Consejo Superior de Investigaciones Científicas cree que el problema al abrir esos espacios estaría en las posibles aglomeraciones. Ríos, lagos y pozas son más peligrosos.
Se acerca el verano, España ya está en fase de desecalada del confinamiento con la epidemia de coronavirus remitiendo y se empieza a plantear en un futuro cercano la apertura de espacios como playas y piscinas. En un informe publicado este jueves, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) trata de arrojar luz sobre las dudas que genera el medio acuático como posible vehículo de transmisión de la COVID-19.
El estudio del CSIC señala que el agua de baño en condiciones estándar no debería ser un problema per se y que en ella un contagio "es poco probable". En piscinas o centros de spa, porque esta se trata con agentes desinfectantes y "eso debería ser suficiente para la inactivación del virus". En balnearios e instalaciones de aguas medicinales, los aerosoles que se generan tendrían el mismo efecto y en saunas y vaños de vapor la elevada temperatura reduciría las posibilidades de supervivencia del patógeno.
¿Qué hay de las playas? Aquí hay que diferenciar dos ámbitos. La zona de baño, el agua, y la zona de descanso, la arena. En la primera también es improbable una infección por "la dilución y la presencia de sal", que sino fueran suficientes para matar al virus sí reducirían tanto la carga viral que prácticamente desactivarían su poder de contagio. En cuanto a la arena, su salinidad unida a la radiación ultravioleta al estar muy expuesta al sol y las altas temperaturas que puede llegar a alcanzar obrarían de la misma forma en la inactivación del 'bicho'.
Ríos, lagos y pozas, "desaconsejables"
Ahora bien, el trabajo contempla otros entornos en los que sí sería más factible contagiarse: los ríos, los lagos y las pozas. Esto se debe a que el agua de esos accidentes geográficos es dulce y no está tratada con químicos como la de piscinas o spa. En opinión de los investigadores del CSIC, estos serían "los medios acuáticos más desaconsejables".
Y por supuesto que, pese a todo lo anterior, siempre habrá posibilidades de contraer el coronavirus si se obvian las medidas de higiene y distanciamiento social y se producen aglomeraciones. Eso constituiría, según el estudio, el mayor riesgo "como mecanismo de contagio". Otro posible problema a controlar sería la infiltración de aguas residuales en los entornos antes citados.