Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

CORONAVIRUS

¿Qué pasaría con el transporte y la movilidad si no se prorroga el estado de alarma?

Te contamos las medidas que podrían verse afectadas si no saliera adelante la ampliación del estado de alarma en el Congreso de los Diputados.

¿Qué pasaría con el transporte y la movilidad si no se prorroga el estado de alarma?
CabalarEFE

El coronavirus ha tenido un gran impacto en todo el mundo. La principal consecuencia del virus ha sido una emergencia sanitaria sin precedentes. España ya ha superado el pico de la curva y trabaja desde hace semanas en un plan gradual de desescalada. Sin embargo, podría quedar tumbado si no consigue aprobar en el Congreso de los Diputados una nueva prórroga del estado de alarma, con el que el país lleva conviviendo casi dos meses.

Salvador Illa, ministro de Sanidad, confirmó en su última comparecencia que el incremento de contagios diarios se sitúa ahora en torno al 0,40% y espera que no se apueste "por experimentos cuando tenemos una cosa (el estado de alarma) que ya se ha visto que está funcionando". Esa nueva prórroga entraría en vigor el próximo 10 de mayo y estaría vigente hasta las 00:00h del 24 de mayo. Pero, ¿qué ocurriría con algunas medidas impuestas por el Gobierno si no se prorroga el estado de alarma?

La movilidad, la principal afectada

El problema fundamental recaería en la movilidad. Sin el estado de alarma, el Gobierno no tiene competencia ninguna para restringir y controlar la libertad de movimientos. Por lo tanto, todos los españoles se podrían volver a mover de manera libre y sin restricciones a lo largo de todo el territorio nacional.

El plan actual presentado por el Ejecutivo no contempla lo movilidad entre provincias hasta la fase 4 que, en el mejor de los casos, llegaría a mitad del mes de junio. Salvador Illa aseguró en su última comparecencia que el estado de alarma "es imprescindible para la etapa de la desescalada, no hay alternativa posible porque hay que limitar la movilidad".

Ampliar
Julio MuñozEFE

Sería imposible mantener el confinamiento sin un estado de alarma y, por lo tanto, se volvería a un modelo general de libertad de circulación sin mando único. No obstante, algunos expertos señalan que se podría llegar a restringir, de alguna manera, esa libertad de movimientos.

La sanidad y el confinamiento, en el aire

En lo que a sanidad respecta, el Gobierno perdería el mando único. Sin embargo, se podría apoyar en diversas leyes para seguir actuando de manera conjunta contra el coronavirus. Un ejemplo claro es la Ley de Salud Pública, pero requeriría una coordinación casi total con las comunidades autónomas.

El otro gran problema de que no se aprobara una prórroga del estado de alarma es el confinamiento. El Ejecutivo se quedaría sin las competencias para establecer las franjas horarias para salir a la calle y, por lo tanto, el confinamiento obligatorio no podría seguir. Las competencias reacaerían en las comunidades autónomas.

¿Qué sucedería con los ERTE?

Otro de los términos más utilizados durante la pandemia del coronavirus ha sido el de los ERTE. Miles de empresas se han acogido a Expedientes de Regulación Temporal de Empleo debido al parón generalizado por el que ha pasado la economía española durante estos meses.

Ampliar
Julio MuñozEFE

Si el Gobierno no pudiera seguir adelante con el estado de alarma, en cualquier momento, podría modificar los decretos que vinculan la mayoría de los ERTE a este mismo periodo. Se trataría de una formalidad que, por el momento, no preocupa en exceso.

¿Quién dirigiría la desescalada?

El Gobierno no podría continuar con el plan de desescalada trazado y estas decisiones recaerían en las comunidades autónomas. Las medidas las tomarían las autonomías que, por contra, no estarían autorizadas a decretar un confinamiento, aunque fuera parcial.

¿A qué medidas podría recurrir el Gobierno central?

El Gobierno podría imponer medidas de aislamiento, pero tan sólo a los enfermos por COVID-19, lo que frenaría cualquier estudio sobre la población y haría todavía más difícil la labor de controlar a los asintomáticos, uno de los grandes problemas de la propagación del virus.

Las competencias en materias de sanidad volverían a ser de las comunidades autónomas, pero el Gobierno tendría dos alternativas al estado de alarma: la Ley de Salud Pública y la Ley de Seguridad Nacional.