Alemania dará un paso más en la lucha contra el coronavirus y comenzará a testar una vacuna en humanos. Fue el Instituto Paul Ehrlich, organismo competente en el país teutón para aprobar todo tipo de vacunas, el que dio permiso a la empresa Biontech, con sede en Mainz, para que efectuara los primeros tests de su sustancia activa en personas. En una fase anterior, Biontech había llevado a cabo numerosas pruebas de la vacuna en ratones, todas con éxito. Eso sí, el presidente del Instituto Paul Ehrlich, Paul Cichutek, calcula que la versión final de la vacuna no estará disponible antes de la primavera de 2021.

En una primera etapa, Biontech aplicará la vacuna a un total de 200 personas entre 18 y 55 años con un estado de salud óptimo. Después se continuará con pacientes de riesgo con enfermedades crónicas, cuyos resultados esperan ser obtenidos en un período de entre tres y cinco meses. La vacuna de Biontech está basada en la información genética del coronavirus, en concreto en la proteína Spike, encargada de causar la letal infección en las células del cuerpo humano. Biontech asegura que, en caso de que los tests terminen siendo satisfactorios, sería capaz de fabricar un gran número de vacunas en poco tiempo.

Conforme el protocolo vaya cumpliendo las expectativas, el número de personas susceptibles de ser sometidas a la prueba irá aumentando hasta llegar a 20.000, las cuales también ingerirán la sustancia activa. Una vez comprobado que la vacuna no causa ningún tipo de daño al cuerpo humano, esta fase estaría enfocada a corroborar que surte efecto contra la expansión del virus. En la subsiguiente fase del proceso volvería a entrar en escena el Instituto Paul Ehrlich, que revisaría si dicho proceso se llevó a cabo de manera correcta y, finalmente, aprobaría la introducción de la vacuna en el mercado.