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CORONAVIRUS

Así sería el plan para desconfinar a Cataluña en 6 fases

Lo ha diseñado Oriol Mitjá, el experto que asesora al Govern. Incluye la realización masiva de test rápidos y carné de inmunidad, una medida criticada por la OMS.

Así sería el plan para desconfinar a Cataluña en 6 fases
David BenitoGetty Images

Cataluña ya tiene un plan para desconfinar a su población en seis fases. Está dirigido por Oriol Mitjá, especialista en enfermedades infecciosas del Hospital Can Ruti de Badalona y la cara visible de los expertos que asesoran a la Generalitat en la gestión de la epidemia.

La hoja de ruta se basa en la creencia del Govern de que a corto plazo no se acabará con el virus y habrá "brotes recurrentes" en los próximos meses. Por eso contempla, entre otras cosas, la realización masiva de test rápidos serológicos y la expedición de carnés de inmunidad a aquellos que ya hayan desarrollado anticuerpos contra la COVID-19, una medida criticada por la OMS por su potencial para dividir y crear desigualdades. 

El plan sería hermano del que Mitjá ya ha desarrollado para la vecina Andorra. El biólogo e informático del Principado Joel López también ha colaborado en su génesis. Según ambos autores, es imposible eliminar el virus a corto plazo debido a  su "gran transmisibilidad, periodo corto de incubación y baja proporción de población inmunizada". 

Bajo la premisa de que "sólo a medida que haya más gente protegida por haber pasado la infección y posteriormente por el impacto de la vacunación, disminuirá el riesgo de que haya brotes" proponen dividir el desconfinamiento en fases atendiendo a los diferentes grupos poblacionales y los riesgos que para ellos comporta el coronavirus, así como las zonas calientes de propagación. 

En primer lugar saldrían a la calle "las personas más jóvenes y sanas", comprobando "que esto no supone un impacto sobre el sistema de salud". Los grupos de riesgo y los no infectados seguirían confinados más tiempo y se esperaría para reabrir "escuelas y grandes eventos". Para todo esto sería necesaria "la colaboración entre el sector público y privado" y un buen equipamiento de los servicios de sanidad para que "cuando haya un pequeño brote, sea controlado y no degenere en una epidemia".

Las seis fases 

En cuanto a la vuelta a la actividad de determinados sectores económicos y grupos de población, se escalonaría de la siguiente manera: primero, los negocios no esenciales; a continuación, la hostelería; en tercer lugar se produciría la vuelta a las calles de los menores de 70 años; después, los centros escolares y educativos; en penúltimo lugar, la salida de los mayores de 70 o inmunodeprimidos y quienes convivan con ellos y, por último, permitir eventos con más de 50 personas. 

Para controlar los contactos, proponen seguir el modelo de las aplicaciones para móviles desarrolladas en países como Italia o Corea del Sur. La herramienta propuesta recopilaría "datos de movilidad a través del GPS" y se conectaría con otros dispositivos por medio del Bluetooth para señalar el riesgo de contagio "mediante un código de colores (verde, naranja y rojo)".