El nivel de contagios por coronavirus en Sevilla cayó casi al nivel de los primeros días de confinamiento y en la capital andaluza comenzaban a ver la luz al final del túnel, pero un jarro de agua fría cayó sobre el ánimo y también la economía de la ciudad al conocer que el Ayuntamiento decidía el desmontaje de las casetas de Feria que estaban en proceso y de la Portada. Dicho de otra forma, discurra como discurra ya la pandemia, la fiesta mayor de la capital no se celebrará tampoco en el mes de septiembre.

No lo hará, al menos durante más de una semana, en el extenso recinto ferial de Los Remedios y con las más de 1.000 casetas que se instalan cada año. El Ayuntamiento no descarta todavía, si la enfermedad lo permite, que se celebre una especie de Feria de San Miguel mucho más pequeña, más corta y más al centro de la ciudad, en el Prado de San Sebastián. El ejecutivo del Alcalde Juan Espadas entiende que aún hay margen para tomar esa decisión y que, dado que el planteamiento de esta fiesta es para después del verano, se podría confirmar el próximo mes de mayo de acuerdo con el resto de grupos políticos.

El Ayuntamiento de Sevilla va a iniciar esta semana el proceso de reintegro de las tasas de las casetas, que asciende a un montante total de casi dos millones de euros. La Delegación de Gobernación y Fiestas Mayores remitirá una carta a todos los titulares en la que se comunicará la forma en la que se devolverá el dinero abonado antes de que se suspendiera el montaje y se aplazara la Feria al mes de septiembre.