La contaminación puede ser un factor importante en las muertes por coronavirus
Según un estudio de la Universidad Martín Lutero de Halle-Witternberg (Alemania), los elevados niveles de dióxido de nitrógeno podrían estar asociados con un alto número de decesos.
La contaminación podría ser un nexo de un gran número de muertes a causa del coronavirus. Tal y como asegura un estudio realizado por la Universidad Martín Lutero de Halle-Witternberg (Alemania), los elevados niveles de dióxido de nitrógeno que se encuentran en el aire, pueden estar asociados con un alto número de decesos por la COVID-19.
Este análisis, publicado en Science of the Total Enviroment, se ha hecho en varias ciudades, entre ellas Madrid, y podría dar una pista sobre la relación entre contaminación, movimiento del aire y la gravedad de los brotes de coronavirus, tal y como asegura, Yaron Ogen, autor de dicha investigación.
“Puesto que el nuevo coronavirus también afecta al tracto respiratorio, es razonable asumir que pudiera haber un correlación entre la contaminación del aire y el número de muertes por COVID-19”, señala Ogen. De ahí la relación encontrada con el dióxido de nitrógeno, ya que se trata de un contaminante del aire que daña el tracto respiratorio y causa diversas enfermedades de tipo respiratorio y cardiovascular.
Valores de enero y febrero
Para realizar la investigación, Ogen se fijó en los valores previos al brote de coronavirus, que fueron los meses de enero y febrero de este año. Con esos datos, realizó un mapa mundial de las regiones con cantidades elevadas por dióxido de nitrógeno y posteriormente lo combinó con otros sobre flujos verticales de aire procedentes de la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de Estados Unidos.
Con estos resultados, identificó diversos puntos en el planeta con altos niveles de contaminación y bajo movimiento de aire para compararlo con los fallecimientos, utilizando de forma específica las cifras de España, Italia, Francia y Alemania y obtuvo una conclusión: "Las regiones con un alto número de muertes tenían también niveles particularmente altos de dióxido de nitrógeno y una cantidad particularmente baja de intercambio vertical de aire”, afirmó el autor.
Por ello, tras llevar a cabo este profundo análisis, Ogen "sospecha" que la contaminación recurrente en las regiones más afectadas "podría haber provocado un empeoramiento general de la salud de las personas que viven allí, haciéndolas particularmente susceptibles al virus”.