El coronavirus es capaz de sobrevivir en las superficies de los objetos, aunque el tiempo que lo hace difiere según de qué material se trate. Por ejemplo, en el cobre, como indica un estudio publicado en ‘The New England Journal of Medicine’, puede aguantar hasta cuatro horas; en el cartón, unas 24; y en el plástico y en el acero inoxidable, dos o tres días.

No obstante, el material más peligroso por su capacidad para mantener vivo la COVID-19 es la madera. En concreto, el virus puede mantenerse activo en este elemento durante 48 horas en temperaturas que oscilen entre los 10 y los 15 grados. Es fácil encontrar elementos de la vida cotidiana fabricados con este componente, de ahí la importancia de la higiene para prevenir el contagio, al igual que con el resto de materiales de los que hacemos uso de manera habitual. Como ya han indicado repetidamente las autoridades sanitarias, el virus se transmite principalmente por las gotas que expulsan las personas enfermas al toser, e incluso al hablar, y así como por el contacto directo con las secreciones de estos pacientes.

Una temperatura de 56 grados durante media hora, el éter, el alcohol al 75%, los desinfectantes que contienen cloro, el ácido peracético y el cloroformo son factores que pueden frenar la actividad del coronavirus, según recoge Wang Zhou, médico jefe del Centro para el Control de enfermedades de Wuhan, en un libro recientemente publicado.

En la ropa aguanta ocho horas

Acorde a las comprobaciones de este médico chino, la COVID-19 puede sobrevivir en la ropa durante ocho horas a unas condiciones de entre 10 y 15 grados de temperatura. En los líquidos, a 75 grados, un cuarto de hora. Y en las manos, en unas condiciones de temperatura de entre 20 y 30 grados, el coronavirus puede mantenerse unos cinco minutos. Por todo ello se resalta habitualmente la importancia de evitar tocarse la cara durante la pandemia, especialmente cuando abandonamos nuestro domicilio.