Según un estudio científico de los Institutos Nacionales de Salud y los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos publicado en The New England Journal of Medicine, el coronavirus que causa la enfermedad COVID-19 permanece estable durante varias horas o días en aerosoles y diferentes superficies.

Concretamente, este informe concluye que el coronavirus se mantiene hasta 24 horas en cartón, cuatro horas en cobre y dos o tres días en superficies como el plástico y el acero inoxidable. En cuanto a los aerosoles, entendidos como la suspensión de partículas diminutas de una sustancia en un medio gaseoso como es el aire, esta investigación muestra que el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 es detectable hasta las tres horas. 

Posible transmisión del coronavirus a través del aire

La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura en su página web que, según las pruebas actuales, el coronavirus "se transmite principalmente a través de gotículas respiratorias expulsadas por una persona infectada cuando tose, estornuda o habla. Esas gotitas son demasiado pesadas para flotar en el aire y caen rápidamente sobre el suelo u otra superficie". 

Además, la organización sanitaria apunta en su informe del 29 de marzo que la transmisión por el aire se puede producir cuando hay una presencia de microbios dentro de los núcleos de estas gotículas, las cuales pueden permanecer en el aire durante largos períodos de tiempo y transmitirse a otros a distancias superiores a un metro.

No obstante, en esta misma publicación, la OMS subraya que "estos hallazgos iniciales deben interpretarse cuidadosamente", pues en el estudio publicado en el New England Journal of Medicine se generaron aerosoles en condiciones de laboratorio con una máquina de alta potencia "que no refleja las condiciones normales de tos humana".

Con el fin de zanjar el tema, ante la falta de evidencia científica en cuanto a la transmisión del coronavirus por aire, la OMS recuerda en su informe que en el análisis de 75.465 casos de COVID-19 en China no se concluyó dicha transmisión aérea y que "existen informes de entornos en los que se admitieron pacientes sintomáticos y en los que no se detectó ARN de COVID-19 en muestras de aire". 

Un estudio en Kioto muestra cómo se comportan las micropartículas

Aunque, como dice la OMS, actualmente faltan evidencias científicas que permitan afirmar que el coronavirus se transmite por el aire, las investigaciones sobre ello continúan y algunas muestran resultados preocupantes. Buen ejemplo de ello es el estudio realizado por el Instituto de Tecnología de Kioto, que muestra cómo se comportan las micropartículas del virus en diferentes situaciones.

Gracias al uso de cámaras de gran precisión, capaces de captar partículas de un microgramo, comprobaron que las micropartículas del patógeno permanecían suspendidas en el aire hasta 20 minutos en la simulación de tres situaciones de la vida cotidiana. 

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La primera, en una conversación entre dos personas sentadas (una enfrente de la otra), a un metro de distancia, las partículas de saliva que se expulsaban al hablar podían transmitir la enfermedad.

En la segunda, grabaron a una persona después de estornudar y pudieron ver cómo las partículas no solamente salían disparadas a gran velocidad hacia adelante, sino que permanecían en el aire, como una pequeña nube..

Y en la tercera, se simuló una reunión de amigos en una habitación cerrada. Cuando uno de ellos tosió, las micropartículas del patógeno comenzaron a invadir el espacio de la habitación y a expandirse en todas las direcciones. Gran parte de ellas cayó hacia el suelo, pero otra gran parte se elevó y se repartió por toda la sala, permaneciendo en ella hasta 20 minutos.