Islandia prueba que la mitad de los positivos son asintomáticos
La estrategia del país nórdico es hacer test de diagnóstico a toda la población. Hasta el momento, el 10% de los habitantes ya ha pasado las pruebas.
Las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) han sido claras desde que se desató la pandemia de coronavirus en todo el mundo: hay que intensificar las pruebas de detección para poder aislar a los portadores del virus. Islandia es el país que mejor está cumpliendo esta recomendación.
Con una población de 364.000 habitantes, según datos oficiales aportados por el país nórdico, se han realizado hasta el momento 34.635 tests, que representa a casi el 10% de la población. Si miramos los datos de otros países facilitados por Worlddometers, España ha realizado las pruebas al 0,7% de la población o Alemania al 1%. Las autoridades islandesas han decidido diagnosticar a todas las personas, presenten o no los síntomas de la enfermedad.
Gracias a esto, ha llegado a la conclusión de que la mitad de las personas que han dado positivo son asintomáticas. Hasta el momento, Islandia suma 1.689 casos confirmados, por lo que más de 800 personas no habían tenido síntomas de COVID-19. Gracias a esta estrategia, el Gobierno está consiguiendo el objetivo marcado, que no es otro que conocer al máximo la evolución del coronavirus y sus mutaciones.
La realización de las pruebas se ha dividido en dos. Por un lado, el sistema nacional de salud evalúa a las personas de alto riesgo o a las que presentan síntomas, mientras que la biofarmacéutica deCode Genetics se encarga de analizar a la población general sin que sea necesario tener síntomas. Todas estas pruebas, aunque sean realizadas por una empresa son voluntarias y gratuitas, pero el objetivo de testar al mayor número posible de habitantes de la isla se está consiguiendo.
Los resultados ayudan a otros países
Kári Stefánsson, fundador y presidente de la firma deCode Genetics, explica por qué es importante realizar test masivos (diferencia entre los distintos tipos de test): “Es un retrato más preciso de la verdadera distribución del virus en la población. Saber que una gran proporción de las personas infectadas no experimentan síntomas puede ayudar a otros países a tomar medidas más adecuadas para detener la propagación del virus”.
Con esta estrategia, el Gobierno islandés ha evitado tener que imponer restricciones severas a la población como ha sucedido en casi todos los países golpeados por el coronavirus. Así, en la isla se han prohibido concentraciones de más de 20 personas y se han cerrado institutos, universidades, gimnasios, discotecas y museos, pero siguen abiertos colegios y escuelas infantiles.
Además de testar a su población, el hecho de que Islandia tenga como objetivo analizar a todos sus habitantes ayudará en la investigación del coronavirus porque la información será mucho mayor y además permitirá conocer cómo actúa el virus en cualquier persona, tenga síntomas o no.