En estos últimos días se ha estrenado en el hospital de campaña de IFEMA (Madrid) un nuevo método para medir la temperatura de los asistentes al recinto, de forma más rápida y evitando el contacto físico. Se trata de una cámara, que hace las funciones de termómetro gigante. 

Este nuevo avance tecnológico es una nueva fórmula para minimizar las posibilidades de propagación del coronavirus y controlar al virus. Es capaz de medir la temperatura de tres personas por segundo, hasta a tres metros de distancia. Además, reconoce el rostro en las figuras humanas y excluye otras fuentes de calor y, en el caso de que detecte algún cuerpo que supere los 37,5º de temperatura, emite señales sonoras y luminosas que alertan de un posible positivo por COVID-19. Tiene un margen de error de ±0.3ºC. 

Se compone de un 'blackbody', colocado en su campo de visión, que proporciona la temperatura constante y precisa, pudiéndose autocalibrar. La temperatura de cada persona se visualiza a través de una imagen de alta resolución, junto a la imagen térmica de la escena.

La velocidad, su gran ventaja

Esta cámara térmica ha sido donada por la empresa china, Dahua Iberia, y se ha instalado en las 'zonas cero' del coronavirus de otros lugares del planeta. Sin duda, además de que evita el contacto físico, la gran ventaja es su velocidad: puede medir la temperatura corporal de hasta 5.000 personas en media hora. Si se hiciese con un termómetro frontal, se necesitarían más de cuatro horas.

IFEMA, el hospital de campaña más grande de España

El hospital de campaña de IFEMA es el más grande de España y se construyó en Madrid, comunidad más afectada por el coronavirus en nuestro país. El objetivo de este centro sanitario provisional es aliviar a los convencionales de pacientes y evitar el colapso en los hospitales del resto de la región. Tiene una capacidad de hasta 5.500 camas.