CORONAVIRUS | EDUCACIÓN

Profesores a distancia

El cierre de los centros educativos a todos los niveles por el coronavirus afecta a casi 10 millones de alumnos y a 712.181 docentes en toda España.

Las aulas vacías por el coronavirus.
Armin Weigel GTRES

Las ciudades de toda España se levantaron el lunes con una estampa atípica para esta época del año sin los gritos, risas y carreras de los niños para comenzar una nueva semana lectiva. El estado de alarma decretado por el Gobierno para contener la propagación del coronavirus traía el cierre de los 28.459 centros educativos no universitarios y las 84 universidades del país durante dos semanas.

Una medida nunca antes vista que afecta a casi 10 millones de estudiantes de infantil, primaria, secundaria, formación profesional y universitarios. La Comunidad de Madrid y Vitoria fueron los primeros lugares en aprobar una medida que entró en vigor en ambas localidades el pasado miércoles. La Rioja siguió su estela. El resto de ciudades cayeron a continuación. "Estaba preparando las extraescolares de baloncesto y me llamaron para una reunión. Saltó todo de repente", dice Jorge Solís, uno de los 712.181 profesores que tiene España para este curso 2019-20, según datos del Ministerio de Educación.

"Los niños se lo tomaron de maravilla. No tenían clase. Luego, ya se empezaron a preguntar cómo sería todo, si serían clases online. Pensaban que tendrían que estar durante nueve horas delante del ordenador", continúa este docente para alumnos de 11 y 12 años del Trinity College. Nada parecido. Al menos de momento. En este colegio de San Sebastián de los Reyes, los alumnos reciben a través de una plataforma digital las tareas diarias a realizar. "En mi caso, les mando una ficha de matemáticas y otra de lengua. Pensaba que sería peor, pero las hacen casi todas", cuenta Solís, que a diferencia de sus pupilos, acude cada día a su puesto de trabajo de 9:00 a 17:00. Allí, ordenador en mano, resuelve las dudas que le llegan y corrige el material que le entregan sus alumnos.

Futuro

Los niños viven una situación insólita. Al igual que los padres, que hacen verdaderos malabares para compaginar, en el mejor de los casos, el teletrabajo con los deberes y los cuidados de los más pequeños de la casa. Un equilibrio difícil, que tratan de resolver trabajando juntos, turnándose la ayuda a sus hijos...

Con el fin del segundo trimestre a la vuelta de la esquina, no existe un problema de temario real. Todo en este periodo lectivo está impartido (o casi todo). El riesgo llegará si la cuarentena por el coronavirus se alarga más allá de la Semana Santa (del 5 al 12 de abril). "Veríamos cómo damos el material nuevo. Tal vez con clases online", aventura.