Salvador Illa, ministro de Sanidad, ha asegurado que los test rápidos comprados a China tenían la homologación europea, la marca CE, pero que al comprobar que no funcionan ya han sido devueltos y han pedido su cambio.

El ministro ha comparecido en la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados y a las preguntas de los portavoces de los distintos grupos parlamentarios, Illa ha explicado que los 9.000 test rápidos adquiridos en China “fueron comprados a un distribuidor nacional que nos dio las garantías y era un producto marca CE”, a la vez que ha insistido que el proveedor era “nacional y de confianza”. "No ha habido ninguna negligencia", ha dicho con contundencia.

Tras una tensa intervención, en la que los partidos políticos le han reprochado que hayan comprado test a una empresa sin licencia, como así ha asegurado esta mañana la Embajada de China en España, Illa ha reiterado que las pruebas tenían la homologación europea y ha preguntado si entonces hubiera sido mejor “no comprarlos”.

El ministro de Sanidad ha añadido que no había alertas por parte de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ni de la Agencia Europea del Medicamento. “No compramos un producto que no cumpla con las especificaciones de la AEMPS. No había ninguna alerta ni en España ni en Europa”. Después, ha confirmado que tras comprobar que los análisis no eran fiables han solicitado su cambio a la empresa suministradora.

Esta mañana, en la rueda de prensa diaria para analizar la evolución del brote de la pandemia del coronavirus, Fernando Simón ha comentado que se comprobó que los datos que constaban en los certificados de calidad no eran reales. “Esto ha obligado a devolver los lotes, nos van a proveer de otros test rápidos y además se han conseguido otros proveedores”.