Dieta mediterránea
Es el clásico que nunca falta. El problema es confundir la dieta mediterránea con lo que se consume en los países mediterráneos. Tan sencilla como apuntar vegetales, frutas, verduras, legumbres, cereales de grano entero, frutos secos y aceite de oliva virgen extra. Adiós a los azúcares, grasas saturadas y carnes rojas. Mejora las funciones cerebrales y cardíacas al tiempo que previene contra factores de riesgo relacionados con la diabtes y algunos tipos de cáncer. Mejor si son productos de temporada y de proximidad.