CORONAVIRUS

Las fechas clave para medir el avance del coronavirus

Incertidumbre general en torno a las previsiones de los expertos para la mejora de la situación del brote de COVID-19. Entre diez y quince días, como mínimo, para que las medidas adoptadas surjan efecto.

Frenar la curva epidémica del coronavirus es la obsesión reinante en España. Lejos de poder detener una pandemia vírica prácticamente sin precedentes, el objetivo es mitigar sus efectos. Entre las previsiones de las autoridades sanitarias y la evolución en países vecinos como Italia, se ha estimado que prácticamente entre un 70-80% de la población española se verá contagiada por el COVID-19. Por ello, y para frenar tan alta tasa, que podría saturar aún más unos servicios sanitarios españoles ya de por sí colapsados, se ha debido recurrir a la promulgación del Real Decreto Ley que establece, al menos durante quince días, el estado de alarma en todo el territorio español.

Vista la poca conciencia pública inicial, las recomendaciones se convirtieron en obligaciones. "Es esencial la responsabilidad y la disciplina social. Cada ciudadano debe cuidarse para cuidar así de los demás", volvía a hacer hincapié Pedro Sánchez en su comparecencia del sábado, una vez comprobado que Madrid se convertía en la centrifugadora del coronavirus ante la falta de contención: la capital española, en ese momento, era la segunda ciudad europea en número de casos tras el país transalpino y concentra más de la mitad de infecciones del país. El repunte, por tanto, era de gran consideración.

España, segundo país del mundo con más casos nuevos

Hoy lunes, la situación, como ya escudriñaban los expertos, ha empeorado. Madrid amaneció con un millar más de casos (13% de crecimiento) que el domingo. Con 9.191, España se sitúa cuarto en infecciones por detrás de China, Italia e Irán y es segundo en nuevos casos diarios, solo superado por Italia, según números del Ministerio de Sanidad.

Aunque Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, trató de señalar a la dilatación estadística como catalizador. Ya Enrique Ruiz Escudero, Consejero de Sanidad de Madrid, avisó también de que ese aumento de casos exponenciales se vería potenciado por el baile números del protocolo, siguiendo el ejemplo de China, de actuación ante el COVID-19. A partir de ahora estos pacientes con síntomas leves, aunque no hayan sido sometidos a la prueba de laboratorio, también serán contabilizados como positivos, lo que podría desvirtuar los guarismos debido a la incapacidad logística del apartado sanitario.

Simón, voz de la calma ante el coronavirus en España, fue de los primeros en mencionar la idea de 'frenar la curva', que acabó derivando en el archiconocido eslogan, 'quédate en casa'. La idea de esto, la de disminuir la curva, es descargar al sistema sanitario para poder contener al virus aislando los posibles focos de contagio y minimizando sus efectos. Y a falta de vacuna, aislamiento y contención. Según explica Simón, "si tenemos una enfermedad que se transmite a muchas personas en muy poco tiempo, la epidemia tendrá una forma muy picuda". Añadiendo: "Si se transmite a poca gente tendremos una epidemia mucho más lenta que puede llegar a afectar al mismo número de personas pero de forma mucho más dilatada en el tiempo". Ahí se puede batallar contra él tratando a los infectados de forma efectiva, momento en el que dibuja una línea mucho más vertical.

De diez a quince días, como mínimo, para ver resultados

"Se están cumpliendo desgraciadamente las previsiones que apuntaban a un repunte importante de la curva de contagio y en principio ésta es la tendencia que va a permanecer a lo largo de los próximos días", señaló Martínez Almeida, presidente de la Comunidad de Madrid, aunque espera que las medidas adoptadas en los últimos días comiencen a surtir efecto.

Esas medidas, con las que los contagios deberían empezar a frenarse, producirán un "impacto rápido y drástico", afirma Simón, pero no inminente. "No sabemos si será en tres, cuatro o seis días", recalca. La incertidumbre, en consecuencia, crece a la par que el número de fallecidos, representada por una línea ascendente casi vertical, misma tendencia que los casos de ingreso en la UCI.

Sin embargo, también hay espacio para la esperanza. Si las medidas se cumplen, se espera que los contagios comiencen a frenarse en una semana (el periodo de incubación es de dos a catorce días). Aunque, en palabras del propio Simón, lo alargue a diez días, con el 25 y 26 de marzo como fechas clave para testear la evolución del brote de coronavirus. En boca de expertos, más tiempo. José Luis Ábalos, Ministro de Transporte, ya incidió en que da por hecho que se prorrogará el estado de alarma. En esa línea se muestra Jesús Rodríguez Baño, jefe de servicio de Enfermedades Infecciosas del hospital Virgen Macarena de Sevilla: "No podemos esperar una mejora de la situación hasta al menos dentro de dos semanas, cuando las medidas de distanciamiento social adoptadas en los últimos días deberían empezar a dar resultado". Esa frontera del teórico final del estado de alarma, por consiguiente, nuclear para evaluar la situación.