NUTRICIÓN

Qué son los alimentos ultraprocesados y por qué debes evitarlos a toda costa

Bajo la apariencia de irresistibles los productos ultraprocesados esconden un verdadero cóctel de aditivos y sustancias con escaso valor nutricional que pueden suponer un riesgo para la salud.

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Habitualmente enumeramos los ingredientes que deben formar parte de una dieta equilibrada como es la mediterránea, cuyos beneficios están altamente documentados. A estas alturas es obvio que no deben faltar frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, frutos secos, aceite de oliva, productos lácteos desnatados o semidesnatados y fuentes de proteínas saludables de origen animal o vegetal. Y también deberíamos saber qué tipos de alimentos debemos evitar a toda costa: los ultraprocesados.

Al hablar de ultraprocesados nos referimos a preparaciones industriales elaboradas a partir de sustancias derivadas de otros alimentos que incluyen largas listas de aditivos (conservantes, colorantes, edulcorantes o potenciadores del sabor), con muy poco valor nutricional, que tienen un contenido rico en grasas, azúcar o sal y aportan una cantidad ingente de calorías.

Tipos de alimentos ultraprocesados

El problema es que están tan presentes en los lineales de los supermercados que es complicado no sucumbir a ellos porque, además de que se presentan bajo la etiqueta de irresistibles y sabrosos, suponen una solución rápida en una era en la que cada vez nos tomamos menos tiempo para cocinar. Nos referimos principalmente a:

· Bebidas azucaradas.

· Bebidas energizantes.

· Helados.

· Precocinados de diverso tipo.

· Bollería.

· Carnes procesadas.

· Embutidos.

· Galletas.

· Lácteos azucarados,

· Postres.

· Dulces.

· Cereales refinados.

· Snacks envasados dulces y/o salados.

· Pizzas.

· Salchichas y hamburguesas.

· Nuggets.

· Chucherías.

· Potitos y papillas comerciales para bebés.

· Algunas sopas y tipos de salsas.

Como puedes observar, la categoría de alimentos ultraprocesados cubre una amplia gama de productos y lo normal es que en tu frigorífico o despensa puedas encontrar más de un ejemplo. Lo más importante es que seas capaz de identificarlos y, en la medida de lo posible huir de ellos puesto que su ingesta está relacionada con diversos problemas de salud como obesidad, diabetes, hipercolesterolemia y algunos tipos de cáncer, entre otros.