NUTRICIÓN

10 reglas básicas para adoptar una alimentación sostenible (y saludable)

La población mundial crece a pasos agigantados y los recursos del planeta menguan al mismo ritmo por lo que hay que empezar a tomar decisiones que eviten una verdadera catástrofe.

as.com

Actualmente ya se está librando una batalla por salvar el planeta. Lo que suceda en los próximos años será determinante para asegurar un legado digno a las futuras generaciones. Y vamos perdiendo. Por ello, entre otras cosas, es necesario cambiar el sistema global de alimentación puesto que en 2050 las estimaciones hablan de un mundo superpoblado que alcanzará los 10.000 millones de habitantes.

Y si pretendemos que los alimentos que lleguen a nuestras manos sean nutritivos y satisfagan nuestras necesidades debemos empezar a tomar decisiones hoy porque el sistema actual no es sostenible. Hay quienes apuntan a las explotaciones ganaderas (y al consumo de carne) como uno de los principales problemas por la cantidad de recursos que necesita para su desarrollo. Y hay quienes ven en la alimentación basada en vegetales el único futuro posible.

Pero lo cierto es que, según los expertos, la agricultura produce el 25% de los gases de efecto invernadero. Además, la variedad de cultivos es limitada lo que provoca más infecciones y plagas, cultivos cada vez menos resistentes al cambio climático y un suelo de peor calidad. La buena noticia es que existen entre 20.000 y 50.000 especies comestibles, de las que a día de hoy se consumen entre 150 y 200 por lo que hay espacio para la esperanza.

10 reglas básicas para una alimentación sostenible

Así pues, compartimos contigo 10 reglas básicas para adoptar una alimentación sostenible y saludable. Si cada uno de nosotros ponemos en práctica a partir de hoy alguna de estas recomendaciones, la presión a la que se verá sometida el planeta mañana será menor. Tú decides.

1. Es necesario incluir una amplia variedad de alimentos. En la actualidad, el 75% de los alimentos consumidos por la población proviene de 12 especies vegetales y cinco animales.

2. Debe existir un equilibrio entre la ingesta y las necesidades energéticas de cada persona.

3. La dieta debe estar basada verduras, frutas, legumbres, tubérculos y granos integrales, todos ellos cultivados en el campo.

4. Debe reducirse el consumo de carne.

5. La ingesta de pescado debe controlarse también.

6. El consumo de productos lácteos debe ser moderado y buscar alternativas ricas en calcio y otros micronutrientes.

7. Las semillas y frutos secos sin sal deben incluirse en la dieta.

8. El consumo de alimentos ricos en grasas saturadas, azúcar o sal de bajo contenido en micronutrientes debe ser ocasional.

9. Utilizar aceites y grasas insaturadas.

10. El consumo de agua como bebida habitual debe ser prioritario.