NUTRICIÓN

El postre celiaco de Djokovic que le ha devuelto la sonrisa

El número 3 del mundo modificó su alimentación y todo su juego cambió. Hemos descubierto su postre favorito y por qué en España se siente mucho más feliz.

Laura Martín

Fue en el año 2010 cuando Novak Djokovic, el número 3 de la ATP, notó que algo pasaba, que su cuerpo no estaba bien y que podría tener algún problema con los alimentos. Tras vomitar en un partido ante el francés Jo-Wilfried Tsonga le dijeron que era celíaco y empezó a modificar su dieta.

Realizó un tratamiento totalmente personalizado con el nutricionista Igor Cetojeviv, que le obligó eliminar de su dieta el pan, la pasta, los pasteles, las galletas y cualquier producto hecho de harina. En aquella época Novak fue a meditar incluso a la zona del Tibet (aquí te contamos cómo es el templo y los rituales), estando incomunicado durante semanas. Un 'tratamiento' diferente para ser número uno del mundo y conseguir ese extra de concentración que le faltaba.

El año siguiente el serbio firmó una racha de 43 victorias consecutivas hasta. Novak Djokovic, había perdido peso, tres kilos, había cambiado de alimentación, empezó a consumir más pescado, sobre todo sushi, y se alzó con grandísimas victorias que le pusieron en lo más alto del tenis.

El postre que vuelve loco a Nole

Este bizcocho de plátano con nueces sin lactosa es el favorito de Nole. Celicioso

Pero además de esta modificación en su dieta, y de dejar los dulces, en una visita a Marbella descubrió una heladería - pastelería, Celioso, 100 % libre de gluten. Allí está su postre favorito, el Banana Bread, y es curiosa la dedicatoria que le dedica al dueño, "gracias por compartir tu experiencia de cambio de vida con el mundo y ayudar a la gente".

El 'Banana Bread' es un esponjoso bizcocho de plátano con nueces (sin lactosa); para Djokovic es el mejor, y es que por fin puede darse un capricho sin padecer dolores ni molestias.

Por cierto, si tú también quieres aprender a hacer postres sanos, aquí tienes la receta de una tarta vegana de chocolate y café. ¡Maravilla!